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  • “En el aeropuerto hago desastre”. Los secretos de la “asesora espiritual” y la banda que contaminaba aviones con cocaína

    » La Nacion

    Fecha: 30/04/2024 08:22

    Escuchar En su indagatoria sostuvo que vivía de “ tirar las cartas y de leer el futuro ”. Se definió como una “asesora espiritual” que ayuda a la gente y cura a chicos. Para la Justicia, en cambio, esa mujer fue la responsable de conseguir cargamentos de cocaína que, con la colaboración de empleados corruptos del sector aeroportuario, ingresaban en la pista de la terminal de Ezeiza para “contaminar” bodegas de aviones a punto de despegar hacia Europa. La droga era camuflada entre mercadería declarada legalmente. Ahora, E., la “asesora espiritual”, de 56 años, fue procesada con prisión preventiva por el juez en lo penal económico Pablo Yadarola, que le trabó un embargo sobre sus bienes por 41 millones de pesos. Además de E., hubo otros seis procesados con prisión preventiva. Entre ellos, cuatro empleados de Intercargo, empresa que presta el servicio de pista a las líneas aéreas. Según la resolución del juez Yadarola, a la que tuvo acceso LA NACION, los sospechosos integraron “una organización delictiva que, desde al menos el 23 de marzo de 2021 y hasta el 21 de marzo pasado, habría estado dedicada principalmente al contrabando de exportación de sustancia estupefaciente destinada inequívocamente a su comercialización, con destino al continente europeo”. Las imágenes de las cámaras de seguridad fueron claves para identificar a los sospechosos Captura Los sospechosos fueron identificados después de una investigación de la que participaron la fiscal Alicia Sustaita; la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), conducida por Diego Iglesias, y detectives de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), y que comenzó después de la “contaminación” de cuatro vuelos que salieron desde Ezeiza hacia Milán y Roma, en Italia, y hacia Ámsterdam, en los Países Bajos. Según se desprende del expediente, el primer envío de cocaína fue descubierto el 26 de marzo de 2021 en el aeropuerto milanés de Malpensa. Era una carga de 15 kilos de droga “disimulada en un lote de 5001 kilos de carne despachado en el vuelo 702 de la empresa KLM que salió del aeropuerto internacional de Ezeiza la mañana del mismo día”. Cuatro meses después, el 16 de julio de 2021, en el aeropuerto de Ámsterdam se secuestraron 10 kilos de cocaína disimulados en un despacho de medicamentos y vitaminas estibados en dos pallets que salieron de Ezeiza en el vuelo 702 de KLM, que tenía como destino Shanghái, en China. La droga fue descubierta en la escala en los Países Bajos. El 24 de marzo de 2022, también en Ámsterdam, en el vuelo 702 de KLM se secuestraron seis kilos de cocaína que había sido escondidos en un despacho de 15.000 kilos de carne vacuna. La mercadería legal debía ser entregada en el municipio de Hürth-Hermülheim, cerca de la ciudad de Colonia, en Alemania. El último cargamento adjudicado a la banda de la “asesora espiritual” fue secuestrado en el aeropuerto de Fiumicino, en Roma. Se trató de 12 kilos de cocaína que también habían sido disimulados en un envío de carne vacuna en un avión de la empresa Ita Airways (exAlitalia). “En todos los casos la contaminación de la carga habría sido realizada en el sector de la pista –proceso final de carga de la mercadería en la aeronave– donde, en la totalidad de los vuelos investigados, intervino de manera directa personal de la empresa Intercargo, prestataria de servicios en el aeropuerto internacional de Ezeiza. En la totalidad de los hechos investigados se utilizaron bolsas de tipo arpillera como contenedoras de la sustancia estupefaciente exportada desde territorio nacional, las que se hallaron separadas de la mercadería principal”, se explicó en la resolución. Uno de los detenidos en el aeropuerto internacional de Ezeiza Vínculos estrechos Los detectives judiciales y de la PSA analizaron las filmaciones de las cámaras de seguridad del aeropuerto y se ordenaron una serie de intervenciones telefónicas que orientaron la investigación. “Los sospechosos se vincularían entre sí con la finalidad cometer una serie de delitos determinados e indeterminados eludiendo los controles de seguridad aeroportuaria que rigen en el aeropuerto internacional de Ezeiza, siendo su actividad principal el contrabando de exportación de sustancia estupefaciente, vía aérea, al continente europeo, utilizando a esos fines los vuelos de las empresas aerocomerciales KLM e ITA Airways por medio de la modalidad de ‘contaminación’ de carga lícita susceptible de ser exportada, comúnmente denominada rip off o ‘gancho ciego’, y el robo y hurto de mercadería y pertenencias obrantes en equipajes no acompañados de pasajeros que ingresan y egresan del territorio nacional. Frente al tipo de organización detectada, las funciones y roles de los integrantes irían alternando constantemente”, según se desprende del expediente judicial al que tuvo acceso LA NACION. Uno de los empleados de Intercargo, identificado como D., tuvo comunicaciones y encuentros personales con la “asesora espiritual” quien, “del análisis de las comunicaciones interceptadas, denota un amplio conocimiento respecto del ámbito aeroportuario, como ser, roles y funciones, horarios, turnos y movimientos que allí se realizan, así como también que ella sería la responsable de conseguir la sustancia estupefaciente que posteriormente sería ingresada al aeropuerto de Ezeiza con la finalidad de ‘contaminar’ una carga lícita con destino al continente europeo”, sostuvo Yadarola. Las filmaciones analizadas por los investigadores Captura En su declaración indagatoria, E. afirmó: “Y o soy una asesora espiritual. Tengo un ángel, al que le puse como nombre Wilson. No tengo nada que ver con las drogas. Yo vivo con mi sobrina [una de las empleadas de Intercargo procesadas]. Ayudo a la gente espiritualmente, curo chicos. Armé un líquido para baños espirituales. Este líquido es agua con unas hierbas que yo preparo con una oración. Nunca entré en el aeropuerto. No tengo capacidad para hacer la delincuencia terrible que me están nombrando, ni siquiera conozco la droga ”. Dijo conocer a los empleados de Intercargo procesados porque les “daba asesoramiento y ayuda espiritual”. Y afirmó: “Me están queriendo involucrar en algo en lo que no tengo nada que ver. Yo no doy órdenes a nadie, solo soy asesora espiritual. Yo a todos ayudo. Solamente los atendí”. El magistrado tuvo en cuenta una serie de comunicaciones incorporadas en el expediente donde los sospechosos hacían referencia a la “asesora espiritual” como una persona que “se maneja en ese mercado”, “tiene otra línea”, “sabe todo” y que le “explicó absolutamente todo” y que “ella le va a decir cómo van a hacer ese día”, El juez Yadarola sostuvo que eso “permite inferir que la nombrada organiza la realización de maniobras de contrabando de manera habitual, contando con otro u otros grupos para realizarlas”. En una de las comunicaciones intervenidas por orden de la Justicia, la “asesora espiritual” le dijo a su interlocutor: “Me meto ahí en el aeropuerto y hago desastre ahí ¿Viste? Pero ahora ahí está todo parado porque nadie tiene para movimiento, esto es lo que a mí me sostenía”. Al fundamentar la decisión de dictar la prisión preventiva de los sospechosos, el magistrado explicó: “Los imputados tendrían la posibilidad cierta de abandonar el país o bien permanecer ocultos, contando para ello con recursos financieros y logísticos que podrían ser provistos por terceros integrantes de la organización criminal en trato, aún no debidamente identificados”. Además, según sostuvo el juez, “la organización delictiva en trato es de carácter trasnacional, con vínculos a ciudadanos residentes en la República de Italia y el Reino de los Países Bajos, en tanto podrían colaborar para una eventual fuga, toda vez que, de los elementos incorporados al sumario, no puede descartarse que tengan vinculación con el comercio internacional de estupefacientes, lo que se deduce de las conversaciones”. Agregó que “no resulta un dato menor que, los imputados se hallarían vinculados al manejo de sumas dinerarias significativas, provenientes de la actividad ilícita” y que “tal extremo podría implicar que, en caso de darse a la fuga, los imputados puedan acceder a dinero suficiente a los fines de sustentarse económicamente”.

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