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» Comercio y Justicia
Fecha: 30/04/2024 03:31
Por Luis Esterlizi (*) Contexto El 10 de Mayo, el Presidente Milei cumplirá cinco meses gobernando -“en democracia”- por decretos no aprobados aún por el Congreso Nacional, tomando decisiones tanto en el orden nacional como en el internacional, muchas de las cuales -de acuerdo con innumerables juristas- son inconstitucionales por arrogarse el poder absoluto del Estado. Esto no sólo implica despreciar las funciones y responsabilidades del Poder Legislativo sino también las del Poder Judicial y de esa forma lograr -bajo el presupuesto de combatir el latrocinio y especulación de “la casta”- destruir tanto las instituciones públicas como privadas que nos dan una clara identidad cultural debido a nuestra evolución y organicidad social cómo argentinos. Es decir, Milei no persigue a los corruptos e inmorales que se apropiaron de las instituciones para malversar sino que utiliza sus supuestos desvíos delictivos para justificar el exterminio de las instituciones que fueron creadas por el pueblo para la defensa de sus intereses y canalizadoras de su participación institucional. Esta estrategia claramente favorece a los que desde el plano internacional intentan que el Milei -como representante del anarcoliberalismo- gobierne a destajo como poseedor absoluto de la verdad, “liberando” a los argentinos de la opresión de un Estado prebendario y de instituciones públicas y privadas que se aprovechan de los ciudadanos en general. Hoy en Argentina nadie obliga a nadie a organizar una familia, un club, un gremio, una empresa, una cooperativa, etcétera, ni a experimentar que con la creación de entidades intermedias que representan a los emprendimientos organizados por misiones al servicio de la sociedad, adquieren mayor poder para defender sus intereses, sobre todo ante dictaduras o gobiernos déspotas que siempre intentan atomizar, dividir o enfrentar internamente a los pueblos, sabiendo que si los hermanos se pelean, los devoran los de afuera. Esto se nos hizo carne desde el momento en que nuestros próceres del 25 de Mayo de 1810 lograron liberarnos de los reyes de España para iniciar la lucha por nuestra definitiva independencia, culminando dicho proceso el 9 de Julio de 1816 en el Congreso de la ciudad de San Miguel de Tucuman, en el cual el General San Martín tuvo un papel descollante desde Mendoza, donde preparaba el Ejército Argentino para cruzar los Andes hacia Chile. Pero también nuestra historia está jalonada con las decisiones de los presidentes Yrigoyen y Perón de ser independientes y soberanos, planteando la no injerencia en conflictos bélicos que sean ajenos a nuestra propia realidad y por ser extraños a nuestras ideas, como lo fueron las dos Guerras Mundiales -soportando en ambas las fuertes presiones ejercidas, fundamentalmente, por Inglaterra y EEUU-. Ucrania, EEUU, Israel y la posibilidad de una tercera guerra mundial Desde el momento en que accedió al poder, Milei asumió una clara posición internacional de apoyo a Ucrania, invitando a su asunción presidencial a quien la gobierna, Volodimir Zelenski. También, debido a sus relaciones con el sionismo – por el cual viajó varias veces a Miami- terminó apoyando al gobierno de Israel en su masacre contra el pueblo palestino. Por consiguiente, al incrementarse el conflicto entre Israel e Irán a partir del bombardeo que recibió la embajada de Irán en Damasco en los primeros días de abril y los posteriores intercambios misilisticos, hicieron que Milei suspendiera su viaje a Israel y retornara a Argentina para proteger los edificios israelitas, mientras cerraba todas las embajadas argentinas ubicadas en Medio Oriente. Clara señal de que por su autocrática decisión -sin participación de los poderes y el pueblo argentinos- introdujo a Argentina en conflictos que nada tienen que ver con nuestra historia, idiosincrasia y cultura y que desde hace muchísimos años están instalados en Medio Oriente y hoy amenazan con llevarnos a una tercera guerra mundial. Esto se materializa dentro de la complejidad internacional, en la que se discute la supremacía del unipolarismo mundial ejercido por EEUU frente a la posibilidad de conformar un multipolarismo con la conformación del Brics, cuya invitación había aceptado el Gobierno anterior ya que, al margen de las potencias mundiales, podríamos integrarnos como cualquier otro Estado soberano del mundo. De esta forma, Argentina aportaría sus adelantos tecnológicos, sus recursos humanos y estratégicos junto a su propia visión sobre la concreción de un universalismo que hace bastante tiempo veníamos proponiendo, asentado en la paz, la unidad y armonía entre todos los países, independientemente de las razas, religiones, idiomas o ideologías que sustentan. Sin embargo, Milei, en enero, suspendió esa incorporación y decidió sumar a Argentina a las decisiones y conflictos orquestados por Israel, EEUU e Inglaterra. Con esta felonía establecida por Milei, los argentinos quedamos embretados en claras posturas identificadas con sus absurdas y retrógradas pretensiones ultraliberales y de dependencia a los países mencionados, mientras intenta reiterar las políticas desplegadas durante la llamada época infame que trágicamente registra nuestra historia nacional. Resulta inconcebible como algunos sectores siguen apoyando estos argumentos de Milei totalmente contrarios a las que históricamente sostuvo Argentina a partir del 25 de Mayo de 1810. Las políticas nacional e internacional Mientra se suceden estos lamentables acontecimientos internacionales, Milei no ceja en su empeño de anarquizar, confundir y convulsionar la vida interna de millones de argentinos, ya que su estrategia es destruir las instituciones políticas, económicas y sociales, cerrando distintos organismos del Estado, suspendiendo partidas presupuestarias o recursos establecidos a las provincias como a distintas entidades representativas de la enseñanza primaria, secundaria y universidades públicas. Dicha intención enciende luces de alerta y produce movilizaciones de todos los sectores, mientras el Poder Legislativo queda enmarañado en oscuras y necias negociaciones y propuestas de Milei, y el Poder Judicial duerme el sueño de los cementerios. Esto claramente nos indica que lo que sucede en el plano exterior simultáneamente se entrecruza con la política interna de los pueblos y por eso resulta evidente que el Presidente ha firmado peligrosos acuerdos con EEUU, Inglaterra e Israel, que -sin duda alguna- nos encadenan a un Occidente en decadencia y con ideas mesiánicas e inhumanas. Movilización del pueblo organizado por la educación pública Este acontecimiento, según expresión de varios medios de difusión lo describen como “la movilización en favor de la educación superior y contra los ajustes presupuestarios a las casas de estudio, más multitudinaria desde que Javier Milei asumió como Presidente” (tapa de La Voz del Interior, edición del pasado día 24). Destaca a su vez que las jornadas más numerosas sucedieron en la ciudad de Córdoba y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que, más allá de destacar que la mayor participación procediera del ámbito universitario, también fue numerosa y abarcativa la concurrencia de gremios, asociaciones profesionales, entidades sectoriales esencialmente pymes, representantes de partidos, familias acompañadas por sus generaciones, etcétera. En Buenos Aires -además de su imponente concentración en la Plaza de Mayo y los discursos de los distintos representantes de los convocantes- se destacaron las palabras finales pronunciadas por la presidente de la FUA: ”La ciencia y la tecnología son aspectos sustanciales para la producción de soberanía, desarrollo y progreso. Un país que no invierte en ciencia renuncia a su soberanía, criticando los recortes presupuestarios, entre ellos al Conicet”. Conclusión política Después de esta pacífica y contundente movilización -que puso de relieve las claras expresiones políticas de todos los ámbitos de la sociedad argentina- resulta inconcebible e inaudito comprobar como congresales, dirigentes políticos y gobernadores, siguen negociando intereses personales, partidarios o circunstanciales –ya que hoy son y mañana tal vez no- con un presidente que sistemáticamente transgrede preceptos constitucionales y contradice esencias ideológicas que constituyen razones fundamentales y distintivas de los argentinos, por ser independientes, soberanos y defensores acérrimos de nuestra cultura, educación y formación científica y tecnológica brindada por el Estado nacional. (*) Ex ministro de Obras Públicas de la Provincia de Córdoba
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