Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • La educación no se hace con talibanes

    » Clarin

    Fecha: 29/04/2024 19:10

    “Vamos a ver... vamos a ver cuántos van... esperemos…”, contestó -con cierta suficiencia- el funcionario del Gobierno nacional. Faltaba una semana para lo que fue la masiva marcha universitaria del martes pasado, y esa fue la respuesta al comentario de que había muy mal clima en las universidades, que los estudiantes estaban muy preocupados y angustiados porque ni siquiera sabían si iban a poder empezar el segundo cuatrimestre. Y que la protesta -se estimaba- iba a ser multitudinaria. Tras la marcha, que efectivamente fue masiva y en todo el país, el mensaje parece haber llegado a esos mismos funcionarios, que entendieron que detrás de los reclamos hay una clase media exhausta, dispuesta a hacer mil y un sacrificios en pos de lograr la estabilidad y que baje la inflación, pero con un límite claro: “no nos toquen la universidad pública, la garantía de progreso para nuestros jóvenes que hacen el esfuerzo”. Los jóvenes, la principal presencia en la marcha universitaria. Foto Federico Lopez Claro Hubo todo tipo de pases de factura dentro del Gobierno, como ya fue señalado en distintas crónicas periodísticas. Pero lo más relevante quizás haya sido la decisión de quitar de las negociaciones con los rectores al “sector político” y dejarlas en manos de Capital Humano y la Secretaría de Educación, áreas más “técnicas”. Cuentan que el área política del Gobierno, afín al asesor presidencial Santiago Caputo, transmitía el mensaje de que la marcha iba a ser débil, porque eso es lo que detectaban en las redes sociales, donde se mueven suma fluidez. Mensajes. En la marcha universitaria. Foto Federico Lopez Claro Es allí, en las redes, donde seguían librando su “batalla cultural”, asociando a las autoridades universitarias (en general) con “la casta”, una estrategia que les resultó exitosa con dirigentes sindicales o de movimientos sociales, pero en este caso no. Ahora, más allá de los movimientos de palacio y la comunicación virtual, lo interesante es que en todo esto hubo un aprendizaje, útil para toda la dirigencia política que suele ningunear la cuestión educativa. El aprendizaje es que para gestionar bien (políticamente) a la educación hay que conocerla, y sobre todo si se trata del mundo universitario. Marcha Universitaria por la Educación Diagonal Norte. Foto Juano Tesone La educación no se mueve con las mismas reglas y valores que la política partidaria. Hay tradiciones, y expectativas a futuro puestas en la formación, que tienen más peso que cualquier experiencia política del momento, como puede ser el mileísmo o el kirchnerismo. En educación se construye con diálogo, con ideas, con proyectos. Lo opuesto a la forma en que se mueven los “talibanes” de la política de uno y otro lado, y que -en estos casos- es mejor que, por una vez, cedan el protagonismo. Mirá también Mirá también Desplazan al sector político del Gobierno del conflicto universitario

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por