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  • “Amor, mentiras y sangre”: Thelma y Louise, pero anabolizadas

    » El dia La Plata

    Fecha: 29/04/2024 18:00

    Kristen Stewart ha pasado toda su carrera intentando correrse de lo comercial: sus inicios, como protagonista de “Crepúsculo”, marcaron su carrera, y desde entonces ha intentado desmarcarse con proyectos cada vez más osados. Bueno, de eso se trata también ”Amor, mentiras y sangre”, la película de Rose Glass que llega a los cines locales el jueves. Glass es una de esas raras narradoras originales con cosas atrevidas que decir y la visión para hacerles justicia. En otras palabras, definitivamente no es como “todo el mundo”. La primera película de Glass, “Saint Maud”, fue una escalofriante imagen de fe y locura. Este es segundo largometraje, que también trata sobre la locura, pero de diferentes tipos: de amor, de poder y de fortaleza (literal). “Quería hacer algo divertido, sudoroso y violento”, dijo Glass en una entrevista reciente. Hacer películas puede ser un negocio reacio al riesgo, pero Glass y sus colaboradoras no lo son: ambientada en el oeste estadounidense en la década de 1980, Stewart interpreta a Lou, una introvertida gerente de gimnasio e hija de un estafador local (Ed Harris) que se ve arrastrada por el sueño febril de un nuevo amor con una aspirante a fisicoculturista, Jackie (Katy O’Brian), que está de paso por la ciudad y que es adicta a los anabólicos. “Me encantó que se sintiera un poco como mitología, como un cómic, un regreso a los años 80”, dijo Stewart. “No puedo terminar ninguna de estas frases, pero la película es buena”. La película implica un giro a la idea de “personajes femeninos fuertes”, dicen directora y protagonistas. “En las películas, de alguna manera se espera que las chicas hagan que todos se sientan realmente cómodos. Creo que esa es una configuración muy predeterminada para las mujeres en general. Y en este caso, fue como, sí, pero ¿qué pasa si mi rabia está hirviendo y burbujeando? ¿Y también me excita mucho compartir eso con otra persona?”, explicó Stewart. “La película toma el cuerpo femenino como si hubiera algo punk en ello: cuando piensas en cualidades femeninas, nos remitimos a algo recatado, suave, lánguido” Kristen Stewart, protagonista de “Amor, mentiras y sangre” Pero hay más que mujeres mostrando costados poco presentes en el cine: hay fisicoculturismo femenino. “Recientemente Rosie dijo algo acerca de mirar un cuerpo femenino como ese, como si hubiera algo punk en ello: cuando piensas en cualidades femeninas, desafortunadamente, nos remitimos a algo recatado, suave o elegante o algo lánguido. Y dices, bueno, ella es una mujer, así que es inherentemente femenina. Simplemente esa no es la forma a la que estás acostumbrado. Pero definitivamente es fuerza femenina”, lanza al respecto Stewart. “También creo que es jugar con juguetes con los que normalmente no se nos permite jugar de una manera petulante”. De hecho, revela la cineasta, la idea de trabajar con la fuerza llegó de conversaciones en salas con personas que financian películas donde se hablaba de ”personajes femeninos fuertes”, a esta altura un cliché de Hollywood. Glass redobló la apuesta y la hizo “bien musculosa”. Para ese rol, O’Brian cuenta cómo se preparó: “Lo que realmente me ayudó fue todo lo demás: el vestuario, el peinado y el maquillaje. Luego ver a Jackie junto a Lou y ver a Jackie en el gimnasio”, explica. “Incluso el equipo de entrenamiento que conseguiste en los años 80, está hecho para hombres porque las mujeres no hacían ejercicio (de esa manera). Hacían aerobics tipo Jane Fonda. Tenías que ajustar tu propia altura para tratar de averiguar cómo obtener el músculo correcto porque es un equipo más grande”. CUERPOS Y MIRADAS La película, avisa Stewart, “no es para todo el mundo. ¡Pero es por eso debería ser para todos en realidad!”, lanza. Y en ese sentido, de todos los elementos que subvierten lo habitual en la película, ha habido un enfoque extraño en el voltaje erótico gay de la película. Como era de esperar. Pero, dice Stewart al respecto, “la existencia de un cuerpo femenino que irradia algún tipo de sexualidad no diseñada o deseada exclusivamente por hombres heteros es algo con lo que lo que la gente no está muy cómoda”. Por eso, dice estar “muy contenta” con la sesión de fotos reciente en la revista Rolling Stone, en la que posa con unos calzoncillos masculinos en los que se mete la mano. Que este tipo de fotografías todavía escandalicen “es algo generalizado, está en todas partes y es algo que se está rebatiendo”, criticó la actriz, que está comprometida con su compañera de profesión Dylan Meyer, y señaló que por ello deberían difundirse más imágenes así. Lamentó además que las entrevistas a artistas mujeres sean en general “prescriptivas”, girando en torno a la idea del “empoderamiento” femenino, ya que ello sirve para que “todos estén más cómodos con el hecho de que hayamos estado tan oprimidas”. En ese sentido, dice, su personaje en “Amor, mentiras y sangre” forma parte de la gente “a la que normalmente no escuchamos, a la que no miramos”, una mujer “débil” que se halla “atrapada y paralizada. Es alguien que ha internalizado tanta misoginia, pero que a pesar de eso no quiere ser de los malos, quiere ser de los buenos”.

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