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» Mdzol
Fecha: 29/04/2024 04:16
En su última Carta Anual a los accionistas de la compañía que fundó y lidera, BlackRock, el mayor fondo de inversiones de todo el mundo, Larry Fink, casi a corazón abierto decidió compartir con los inversores sus orígenes humildes. La tituló, “Es hora de replantearse la jubilación”. Cuenta que cuando su madre falleció en 2012, su padre comenzó a deprimirse rápidamente y él con su hermano tuvieron que revisar las facturas y las finanzas de la familia. Si bien, sus padres tuvieron excelentes trabajos durante 50 años nunca estuvieron en la categoría impositiva más alta, su madre enseñaba inglés en la universidad estatal local (Cal Northridge) y su padre era dueño de una zapatería. "No sé exactamente cuánto ganaban por año, pero en dólares de hoy, probablemente no superaban los 150.000 dólares entre ambos, pero mi hermano y yo nos sorprendimos cuando vimos la magnitud de los ahorros para la jubilación de nuestros padres, era un monto mayor de lo que se podía esperar", cuenta. Pero cuando terminaron de repasar su patrimonio, supieron el por qué: las inversiones que habían hecho sus padres. “Mi papá siempre había sido un inversor entusiasta. Me animó a comprar mis primeras acciones (de la química DuPont) cuando era adolescente. Mi padre invirtió porque sabía que cualquier dinero que pusiera en los mercados de bonos o acciones probablemente crecería más rápido que en el banco", explicó Fink. "Y tenía razón. Si mis padres tenían 1.000 dólares para invertir en 1960 y hubieran puesto ese dinero en el índice S&P 500, cuando hubieran alcanzado la edad de jubilación en 1990, esos 1.000 dólares equivaldrían a casi 20.000 dólares. Eso es más del doble de lo que habrían ganado si simplemente pondrían el dinero en una cuenta bancaria. Mi papá falleció unos meses después que mi mamá, alrededor de los 80 años. Pero mis padres podrían haber vivido más de 100 años y permitírselo cómodamente", continuó relatando. "¿Por qué escribo sobre mis padres?", se preguntó retóricamente Fink. "Porque repasar sus finanzas me mostró algo sobre mi propia carrera en finanzas. Había estado trabajando en BlackRock durante casi 25 años cuando perdí a mis padres, pero la experiencia me recordó, de una manera nueva y muy personal, por qué mis socios comerciales y yo fundamos BlackRock en primer lugar", respondió. "Obviamente", reconoce, "éramos empresarios ambiciosos y queríamos construir una empresa grande y exitosa". Aunque también precisó que "queríamos ayudar a la gente a jubilarse como lo hicieron mis padres. Por eso creamos un administrador de activos (una empresa que ayuda a las personas a invertir en los mercados de capitales) porque creíamos que participar en esos mercados iba a ser crucial para las personas que querían jubilarse cómodamente y financieramente seguras". "También creíamos que los mercados de capitales se convertirían en una parte cada vez mayor de la economía global. Si más personas pudieran invertir en los mercados de capital, se crearía un ciclo económico virtuoso, que impulsaría el crecimiento de empresas y países, lo que, a su vez, generaría riqueza para millones de personas más", explicó. "Mis padres vivieron sus últimos años con dignidad y libertad financiera. La mayoría de la gente no tiene esa oportunidad. Pero pueden. Porque la misma gente del mercado que ayudaron a mis padres en su época pueden ayudar a otros en nuestra época", sostuvo. "De hecho, creo que el poder de generación de crecimiento y prosperidad de los mercados de capital seguirá siendo una tendencia económica dominante durante el resto del siglo XXI", concluyó una de las personas más influyentes en el mundo financiero actual. Por eso, Fink insiste en que los mercados de capitales serán fundamentales para abordar dos de los mayores desafíos económicos de lo que resta del siglo XXI que son por un lado proporcionar a las personas -lo que mis padres construyeron con el tiempo- una jubilación merecida. “Esta premisa es mucho más difícil de lograr que hace treinta años y lo será todavía más dentro de otros treinta. La gente vive más años y necesitará más dinero. Los mercados de capitales pueden proporcionarlo, siempre que los gobiernos y las empresas ayuden a la gente a invertir”. El segundo reto son las infraestructuras. “¿Cómo vamos a construir la enorme cantidad de infraestructuras que el mundo necesita? A medida que los países descarbonizan y digitalizan sus economías, se va disparando la demanda de todo tipo de infraestructuras, desde redes de telecomunicaciones hasta nuevas formas de generar electricidad. De hecho, en el casi medio siglo que llevo en el mundo de las finanzas, nunca había visto tanta demanda de infraestructuras energéticas. Y esto se debe a que muchos países tienen el doble objetivo de implementar una transición hacia fuentes de energía con menos emisiones de carbono y, al mismo tiempo, alcanzar la seguridad de suministro energético. Los mercados de capitales pueden ayudar a los países a cumplir sus objetivos energéticos, incluida la descarbonización, de forma accesible”.
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