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» La Nacion
Fecha: 29/04/2024 00:25
Cerca del Presidente insisten en distinguir la causa universitaria de los políticos que, reafirman, impulsaron la movilización; la expectativa por el blanqueo y las privatizaciones Exclusivo suscriptores Cecilia Devanna LA NACION Escuchar “Se acomodaron todos los enemigos”. La frase sonó muy cerca de Javier Milei, en el ocaso de la semana marcada a fuego por la multitudinaria marcha universitaria del último martes. Como lo había hecho el mandatario al día siguiente de la movilización, en su círculo íntimo mantenían la distinción entre los universitarios y su causa, a la que consideran “noble”, y los dirigentes políticos que “tomaron” la marcha. “Demostraron miserabilidad”, apuntaron, para enumerar nombres como los de Sergio Massa, Martín Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta, a lo que identificaron con sus derrotas en distintas instancias de las últimas elecciones. “Fue un día glorioso para el principio de revelación”, concluyeron, en referencia al concepto que apasiona al líder libertario y que, simplificado, alude al mecanismo por el cual, frente a una decisión, la elección de uno u otro lado deja en evidencia de qué lado está cada actor en un tablero. Pese al impacto de la marcha, tanto en las calles como en las redes sociales, y más allá de las concesiones que hizo el Gobierno para intentar neutralizar la convocatoria antes de que sucediera, con los aumentos de fondos anunciados y el desplazamiento de funcionarios, la interpretación política de lo sucedido no se movió un ápice. “La política montó una mentira [por el potencial cierre de las universidades] y sobre eso marchó. Tomaron una causa justa [la defensa de la universidad pública] y la prostituyeron. La ensuciaron políticamente. Contaminaron un reclamo noble y se montaron sobre mentiras” , apuntaron muy cerca de Milei. Marcha en protesta por el ajuste presupuestario a las universidades públicas en Buenos Aires, el 23 de abril de 2024 LUIS ROBAYO - AFP En esa línea, insistieron en remarcar los dos aumentos anunciados del 70% sobre el presupuesto de funcionamiento de las universidad. También, que ya estaba agendado el encuentro de este martes entre el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Gobierno. Y que este lunes se sumará la reunión entre Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, y Ricardo Gelpi, rector de la UBA. “La marcha la organizaron por las auditorías, es la confirmación de que hay curros”, completaron, en alusión al control de los fondos de las universidades que la Casa Rosada impulsa. Controles que no generaron rechazos en los claustros. De fondo, prevalece el convencimiento de que la marcha no conmovió los cimientos del Gobierno. Y que el “principio de revelación” asoma como el resultado más nítido de lo sucedido. “Mostró quién está de cada lado, quiénes son el statu quo, que son los que hundieron a la Argentina y la llevaron al estado en que la dejaron”, razonaron quienes conocen el pensamiento del mandatario. Sergio Massa en la marcha por la universidad pública en la ciudad de Buenos Aires Santiago Filipuzzi - LA NACION A las imágenes de la convocatoria del martes las contraponen con los 500.000 likes que recibió el posteo de Instagram que hizo esa misma noche el Presidente y las cuatro millones de visualizaciones del tuit que el Presidente escribió al día siguiente. “Tienen más likes que toda la gente que juntaron en la marcha”, señalaron. A ese caldo añadieron los 48 puntos de rating que tuvo la cadena nacional del lunes, para anunciar el superávit de marzo. “Lo vieron más de 23 millones de argentinos”, resaltaron. Contra los análisis que siguieron a la masiva movilización, que se reprodujo con otras movilizaciones de envergadura en el interior del país, la cuenta de likes, visualizaciones y rating arrojó un resultado distinto en la Casa Rosada. “Fue una demostración palmaria de la debilidad de ellos contra Javier” , cuentan en el corazón de la cúpula libertaria. Milei, por su parte, expuso todo su respaldo a Pettovello, responsable del área de Educación. “La operan porque saben que donde mira encuentra y desarma tongos”, afirmaron cerca del Presidente. Y aventuraron que ese sería el resultado de las auditorías a las universidades. La ilustración que compartió Javier Milei en Instagram luego de la marcha universitaria Contra las versiones que apuntaban a que la funcionaria perdería algunas de sus áreas bajo control (Educación, Trabajo, Cultura y Desarrollo Social), en el primer piso de Balcarce 50 se mostraron contundentes: “Eso sería atentar contra el concepto de Capital Humano. Bastante fue que al final no tuviera también Salud bajo su órbita, pero era demasiado complicado”. Dar vuelta la página Para dejar atrás el conflicto universitario, en el círculo más cercano de Milei centran su expectativa en la aprobación por parte del Congreso del paquete fiscal , que incluye el blanqueo de capitales, y la “Ley de bases”, que incluye un conjunto de privatizaciones: ambos son vistos en la Casa Rosada como pasos fundamentales para recomponer el patrimonio neto del Banco Central. Sanear la institución es una de las máximas prioridades del mandatario. Si logra ese cometido, Milei no tiene dudas de que la dolarización será un hecho. “El blanqueo es la clave para limpiar el balance del BCRA. Es fundamental la política de saneamiento”, recalcan en la órbita presidencial. Señalan que el mismo destino tendrá lo que se consiga de la mano de las privatizaciones. “Es la puerta de entrada a la dolarización”, reafirman. La expectativa de que los números de la macroeconomía empiecen a reflejarse en la micro completan un combo que, sostienen en la Casa Rosada, sustenta “el romance” del líder libertario con la economía. El presidente Javier Milei en la cena de la Fundación Libertad Prensa Fundación Libertad La baja de la tasa en el Banco Central y la reapertura de créditos hipotecarios son otras dos noticias celebradas, que –enfatizan– eran inimaginables cuatro meses atrás, cuando Milei accedió a la Presidencia. Más allá de esa algarabía, hay prudencia por lo que puede ser el número de la inflación de abril: mostraría una tendencia a la baja, pero existen dudas de que pueda ubicarse en un solo dígito. El salto de los servicios y tarifas públicas impacta en esa ecuación. ¿Y si el Congreso, como la calle durante la movilización universitaria, vuelve a plantarse contra la “Ley de bases”? Muy cerca del Presidente reafirman que puede seguir gobernando sin las leyes, como lo dijo Milei en la cena de la Fundación Libertad. Pero también reconocen que una ley aceleraría los cambios buscados. Aún tras la poda con respecto a la versión original de la ley ómnibus. “Sigue siendo la reforma estructural más grande de la Argentina”, se envalentonan en la Casa Rosada, con un optimismo a prueba de fuego.
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