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Buenos Aires » AmbitoWeb
Fecha: 29/04/2024 00:19
Según proyecciones de Goldman Sachs, China tendrá un PBI mayor a Estados Unidos en 2034 y la India en 2070. Para otros analistas, Estados Unidos mantendría el predominio, pero con China e India disputando palmo a palmo la primacía. Un tema clave para entender hacia donde evoluciona el mundo es como sigue la “ guerra por la hegemonía mundial ”. En tal sentido vimos en un artículo de Ámbito del 14 de abril como los países desarrollados occidentales están fortaleciendo al Estado y a su mercado interno de manera muy intensa desde hace más de 10 años, a través del regreso de políticas industriales intervencionistas, incluyendo subsidios, y otras medidas proteccionistas, etc., a contramano de un Estado ausente en Argentina. Con el argumento de la “seguridad nacional” los países protegen su mercado interno y toman represalias comerciales a sus rivales, además de sustituir importaciones y recuperar la producción nacional de insumos y productos críticos, poniendo una lápida en la globalización liberal que parecía imponerse tras la caída del muro de Berlín. También es importante el mantenimiento de una flota marítima nacional, el buen desarrollo de puertos y vías de comunicación (hidrovía, canal de Ensenada), en un mundo donde hay guerra en varios pasos críticos en Medio Oriente, guerra civil en Sri Lanka, cuestiones de saturación en el canal de Panamá lo que reconfigura el mapa del comercio internacional en tiempos y costos y vuelve crítico el desarrollo y la soberanía nacional y en particular de Tierra del Fuego y las islas del Atlántico Sur. En tiempos donde Argentina trata de conseguir la renovación del swap con China y además defender el mantenimiento de exportaciones nacionales a dicho país, luego de poner en riesgo dicha colaboración por ofensas verbales, incumplimientos en inversiones, cancelación de compras de material crítico y la recepción de delegaciones taiwanesas, cuando no visitas de altos funcionarios argentinos a Taiwán es necesario hacer una lectura clave del escenario internacional. Según proyecciones de Goldman Sachs, China tendrá un PBI mayor a Estados Unidos en 2034 y la India en 2070. Para otros analistas, Estados Unidos mantendría el predominio, pero con China e India disputando palmo a palmo la primacía. El contexto requiere mantener una política exterior independiente y multilateral, lejos de sobreactuaciones y alineamientos automáticos con cualquier potencia extranjera. El único camino al desarrollo es fortalecer la integración regional como forma de potenciar el mercado interno y poder conseguir ventajas competitivas dinámicas, estimulando la ciencia y la tecnología local y articulando proyectos regionales. Durante la gestión de Bolsonaro, Brasil no abandonó los Brics y mantuvo una política de estado y de inserción internacional coherente a sus intereses nacionales. Renunciar a ingresar a los Brics ampliado a aliados de Occidente como Arabia Saudita que convive en Brics con su rival Irán, constituye no sólo una ideologización grosera sino el más grave error estratégico de la Argentina. Un bloque al que aspiran a integrarse más de 40 países de desarrollo medio y bajo y que pasó de representar el 23% del producto mundial y el 16% del comercio mundial en su versión original, a en su versión ampliada representar el 35,8% del PBI mundial en comparación al 27% de los países del G7 y contar con el 25% del total del comercio mundial. En el análisis de beneficios y costos queda claro que una estrategia subordinada a una potencia hegemónica es un mal negocio para la Argentina y remite al error histórico del Pacto Roca Runciman de 1933, cuando nuestro país regaló su mercado de carnes a Gran Bretaña, cuando Estados Unidos se afirmaba como nueva hegemonía emergente. Para evaluar un posible derrotero de la guerra hegemónica, un informe muy interesante para analizar cómo evoluciona el contexto de “guerra geopolítica” es el Informe de Seguimiento de Tecnología Crítica “La Carrera Global por el Poder Futuro” realizado por el Instituto Australiano de Políticas Estratégicas (ASPI). El abastecimiento de insumos críticos y el acceso de productos terminados de alto contenido tecnológico es crucial, y la visión de que puede adquirirse en un mundo de libre mercado ha finalizado, por los problemas de abastecimiento en la pandemia y la propia guerra geopolítica que ha cambiado la concepción de cadenas productivas de valor. Dicho informe hace una evaluación de siete áreas que totalizan 44 ítems que incluyen manufactura industrial de materiales críticos, computación, tecnología e inteligencia artificial, energías limpias, tecnología en física cuántica, biotecnología, ingeniería genética y vacunas, tecnología naval, robótica, defensa y sistemas satelitales. El informe concluye que China tiene ventaja en 37 de 44 ítems sobre los Estados Unidos. De hecho, China tiene 7 de las 10 investigaciones más importantes en motores de aviones hipersónicos y tiene cuatro veces más publicaciones de alto impacto que Estados Unidos. En tiempos donde en Argentina se retacea el presupuesto universitario, una cuestión que refleja la capacidad de desarrollar tecnología propia es donde se forman y trabajan los investigadores. Un 68,6% de los profesionales que trabajan en China en institutos de investigación en tecnología espacial se formó en Universidades de ese país. China también está atrayendo a su país a profesionales que hicieron postgrados en la temática en países occidentales. El 21,6% de autores de publicaciones de alto impacto trabajan en China, tanto chinos que regresan a su país como extranjeros que van a dicho país a hacer una experiencia profesional. Un desafío es que ningún país latinoamericano está entre los primeros 5 en ningún ítem. La única forma de poder aspirar a un desarrollo tecnológico independiente, clave para cambiar la matriz productiva y crear empleo de calidad es a través de la integración regional y como propone el informe de ASPI a una “sinergia pública y privada”. Lo expuesto reitera la necesidad imperiosa de una política nacional que amplíe la soberanía nacional que para ser efectiva implique adecuadas políticas de desarrollo articulada con una inserción internacional amparada en la integración regional, en un mundo que se estructura en bloques regionales. Es clave mantener un multilateralismo que asegure soberanía y minimice hipótesis de conflicto evitando repetir errores históricos de un alineamiento automático que nada mejoró la situación de Argentina y de su pueblo.
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