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» El Norte
Fecha: 28/04/2024 15:19
Al cumplirse veintitrés años de su trágico e inesperado fallecimiento en un accidente aéreo, recordamos a Agostino Rocca, expresidente de la Organización Techint en Argentina. Profesionalismo, disciplina, pasión y valentía son algunos de los valores que encarnó el industrial nacido en Milán, en 1945. El sábado 28 de abril de 2001, hace hoy exactamente 23 años, Agostino Rocca y nueve de sus compañeros de viaje morían en un accidente aéreo en el sur de la Argentina. De la redacción de EL NORTE [email protected] El sábado 28 de abril de 2001 fue un día experimentado por muchos a ambos lados del Atlántico con una “abrumadora sensación de irrealidad”. Fue cuando Agostino Rocca y nueve de sus compañeros de viaje murieron en un accidente aéreo en el sur de Argentina: Carola, Mariele y José Luis Fonrouge, Alfredo e Inés Fragueiro, Adrián Giménez Hutton, Federica Marchetti, Germán Sopeña y Raúl Tejedor. Se dirigían al Lago Argentino para rendir homenaje a Francisco P. Moreno, donde develarían una placa en honor al día en que, hacía 100 años, ese pionero izó la bandera argentina a orillas de aquel lago en los confines más australes de la Patagonia. Como su padre y su abuelo, Agostino se sintió abrumadoramente atraído por el hemisferio sur. Agostino era un devoto de los paisajes del sur del país, fascinado por la majestuosidad de sus glaciares, picos nevados y lagos resplandecientes, a los que regresaba siempre que podía. Al recordarlo, su padre Roberto Rocca dijo: “La Patagonia querida era el símbolo de su pasión espiritual y compañera de su pasión por el trabajo, a la que dedicó los últimos 25 años de su vida a mi lado”. Agostino nació un día de invierno, el 2 de noviembre de 1945 en Milán, y vivió allí durante su juventud. Se graduó en Administración de Empresas de la Universidad Bocconi en Milán y luego obtuvo una Maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Cornell en los Estados Unidos. Convencido de que necesitaba abrirse camino en el Grupo Techint, comenzó por “estar a la altura de los estándares externos”, por aprender en otras organizaciones para ganar experiencia. Trayecto Trabajó en la consultora McKinsey en París y luego en la empresa Poretti en Italia antes de comenzar su carrera en el Grupo Techint. Cuando se unió a Techint, su abuelo Agostino aún estaba vivo. Su padre y la “segunda generación de líderes” (Umberto Rosa, Andrea Bacchelli, Ilario Testa y Federico Peña, entre otros) estaba al frente del Grupo en esos días. Agostino se unió a algunos de los jóvenes profesionales que durante la década de 1970 encabezaron un vibrante cambio generacional y sentaron las bases para la rápida expansión del Grupo en la década de los 80. Sobre esos años, Sergio Einaudi dijo: “(Agostino) realmente entendió, con mucha humildad, pero también con total claridad, cómo moldearse al estilo de la segunda generación, mientras se fusionaba con la tercera. Era una tarea difícil”. Con el apoyo de su padre, Agostino se dedicó a fortalecer y a hacer crecer a la Organización. En menos de una década, el Grupo y él mismo se habían convertido en referentes clave en Argentina para servicios públicos como telecomunicaciones, transporte y distribución de gas, ferrocarriles y autopistas. Disfrutó de una fuerte presencia como miembro del Consejo de Administración de Asea Brown Boveri Group (ABB) y del Consejo Asesor de la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE). También fue miembro del Consejo Asesor de Grupo Santander y Praxair, siendo miembro delConsejo de Administración y del Comité Ejecutivo del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI), así como del Instituto de las Américas. Además, tuvo un papel activo en el Instituto Latinoamericano del Hierro y el Acero (ILAFA) Los valores “Un tipo bastante reservado, intensamente disciplinado, inmensamente generoso, profundamente apasionado y, sobre todo, lleno de vitalidad. Su visión era continuar transformando la empresa de clase mundial que su familia había creado en el último medio siglo. Le entusiasmaba la idea de implementar ideas visionarias sobre la estructura empresarial, los nuevos campos de actividad y el liderazgo empresarial. Para él se trataba de hacer preguntas, estudiar y pensar mucho”, recuerda Rudi Dornbusch, economista del MIT que recordó a Agostino en un artículo publicado en mayo de 2001 en el diario La Nación. Además, estaba convencido de la necesidad e importancia de que las empresas del Grupo tuvieran responsabilidad y compromiso hacia el cuidado del medioambiente. Consideraba también fundamental la relación y presencia de las empresas en sus comunidades. Su estilo de liderazgo era ágil, directo y orientado a promover el trabajo en equipo y la construcción de consensos basados en el continuo debate entre quienes lo acompañaban. La otra pasión La montaña fue sin duda una de sus grandes pasiones, especialmente los Alpes italianos donde nació, y los del extremo sur de América Latina. Practicó con diligencia el montañismo y el trekking, deportes que requerían un entrenamiento regular y un alto grado de concentración. Conocía bien la Patagonia tanto del lado argentino como del chileno. Subió los cerros Aconcagua, Tronador y Tupungato, así como la cordillera de Santa Cruz y la cordillera de Hielo Continental. A lo largo de los años, se convirtió no solo en un alpinista experto por derecho propio, sino también en un ciudadano profundamente comprometido con esta parte del mundo. Esta vocación particular por el “Sur” siempre ha sido una característica de la familia Rocca.
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