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» El Sol
Fecha: 28/04/2024 14:48
“No hay plata” es una frase que repite hasta el cansancio y que refleja la realidad de cientos de argentinos. Con una inflación interanual que alcanzó el 287,9%, según el Indec, los mendocinos buscan alternativas para sumar unos “pesitos” que ayuden a llegar a fin de mes. Ubicadas en Luján de Cuyo y con más de 300 puestos distribuidos a lo largo de un predio de la Ruta Provincial Nº 15 , los pasillos de las ferias de Ugarteche “explotan” sábados y domingos con residentes de Mendoza intentando, cada uno a su manera, combatir la crisis. Foto: El Sol. Indumentaria, calzado, juguetes, productos de limpieza, alimentos, herramientas, y hasta servicio de peluquería, son algunas de las opciones, nuevas y usadas, que están dispuestas a lo largo de mesas y stands. Con ofertas y el famoso “regateo”, buscan captar la atención de los visitantes. Las populares ferias de Ugarteche nacieron frente a la necesidad de retirar a los comerciantes de la vía pública, ubicándolos en un espacio en el que pudiesen trabajar de manera habilitada y segura. Pero hay una particularidad. Los puestos ya no están únicamente ocupados por habitantes de la zona, sino también por todos aquellos que hoy no llegan a fin de mes y gracias al de “boca en boca” se acercan a Ugarteche para sumar un poco de dinero. Cómo funcionan Las ferias abren sólo los fines de semana. Los sábados, teniendo en cuenta que la concurrencia es un poco más baja, cerca de las 8 de la mañana comienzan a armarse los primeros puestos, que luego permanecen abiertos hasta horas de la tarde. Los domingos se da la verdadera “explosión”. “ No se puede ni caminar “, aseguraron los puesteros. Tal es así que a las 6 de la mañana ya están ingresando los comerciantes, quienes permanecen en sus puestos hasta las 16. “Tenemos gente que viene todos los fines de semana y otra que varía según el fin de semana. Hace cuatro o cinco sábados que ya no tenemos más lugar . Intentamos poner más puestos porque está todo desbordado. Está viniendo a vender mucha gente nueva“, dijo a El Sol, Sergio Montaño, encargado de la feria. Foto: El Sol. Y explicó: “Acá puede venir cualquiera y se puede vender todo tipo de artículo al precio que disponga el vendedor. Tienen que presentarse en la entrada y ahí se les da el espacio“. En cuanto al alquiler del espacio, Sergio comentó que es algo “simbólico“, por el que cobran $500, sin mesón. Si se le quiere sumar este último elemento, se cobran $400 más. Unos “pesitos” más Con diferencias de precios según el producto, las alternativas arrancan en $500 y llegan hasta $15.000 . Cada vendedor es el encargado de fijar el valor, y éste varía según el tipo de mercadería y del uso que la misma tenga. Victoria y Selva son docentes, y el pasado sábado llegaron a Ugarteche por primera vez. Si bien aseguraron que ya han participado de otras ferias, contaron que su sueldo no les permite llegar a fin de mes y remarcaron que una amiga las incentivó a acercarse al predio ubicado en Luján de Cuyo. “Con la crisis empezamos a vender todo. Sacamos las cosas que están en buen estado y no usamos, y las vendemos. Somos maestras y no nos alcanza el sueldo“, explicaron. Foto: El Sol. En cuanto a lo recaudado, las mujeres manifestaron que no siempre venden todo, pero aseguraron que en un día pueden ganar hasta $50.000. Calzas de bebé, pantalones, remeras y hasta zapatos por $1.000. Buscando vender la ropa que usó su hija de más pequeña, Nadia, una joven abogada, y Nicolás, quien se desempeña como comercial en una bodega, llegaron desde Ciudad hasta Ugarteche. Foto: El Sol. “Teníamos ropa que queríamos sacar y vender. Es la primera vez que venimos, nos lo recomendó una amiga“, dijeron. Distinto es el caso de Sebastián, quien hace varias semanas se instala cada sábado en el predio por lo “mismo que todos”, el factor económico. El metalúrgico contó que no sólo vende ropa usada, sino también productos que él mismo fabrica. Foto: El Sol. “Viene mucha gente a comprar ropa usada. Vendo remeras por $250 hasta camisas por $500. Lo más caro son las planchas que están a $15.000 “, expresó el hombre, que también explicó que la mayoría de las personas compran en efectivo. Entre tijeras Hace dos años, cada sábado y domingo Dalila llega con sus tijeras hasta la feria. Entre espejos y luces, la mujer ofrece un servicio diferente: cortes de pelo. Si bien asegura que comenzó para “ganarse la confianza” de los habitantes de la zona, también remarca que es un plus para ganar un poco más de dinero. Dalila está todos los fines de semana en el predio con su puesto de peluquería. Foto: El Sol. “Tengo mi local cerca, pero empecé a venir para que la gente me conociera y así ganarme su confianza. Acá sólo hago cortes de pelo porque no tenemos agua, pero si quieren otro servicio, como por ejemplo tintura, los mando al salón“, contó. En una charla con El Sol, Dalila dijo que llegan más hombres que mujeres, expresó que cobra $2.500 el corte, y garantizó que en un día de feria gana cerca de $40.000. Panza llena, corazón contento Desde temprano, las cocinas se encienden en Ugarteche para brindar alternativas a todos aquellos que visitan el predio. Con sopaipillas y api con pastel, una tradicional receta boliviana, Sonia recibe cada fin de semana a los compradores matutinos. “Hace cinco años estoy acá. Antes venía sólo los domingos, ahora también sumé los sábados por un tema económico y además porque mi nieta quería empezar a trabajar, así que la traje“, dijo entre risas. Sonia tiene su puesto hace más de cinco años. Foto: El Sol. Por su parte, la mujer contó que los sábados a la noche duerme allí, ya que a las tres de la mañana se levanta y arranca a cocinar para el domingo. “Tengo mi catre y el sábado a la noche me quedó acá. Así puedo preparar todo para el domingo que viene más gente“, manifestó. Manuel es otro de los trabajadores que dice presente en los puestos de comida. En su caso, brinda alternativas para el almuerzo. El hombre expresó que se acerca mucha gente a la feria y detalló algunos de los platos que prepara. Foto: El Sol. “El pollo al espiedo con papas lo vendemos a $7.500. Después tenemos asado a $4.500 y también napolitana que la estamos vendiendo a $3.500“, afirmó. “Un lugar seguro” En la vereda opuesta a los comerciantes, están los consumidores. Buscando productos que tengan buena relación precio-calidad, los visitantes resaltaron que se acercan al predio porque es un espacio en el que se sienten “cómodos y seguros”. Entre risas y mirando prendas de vestir, Elsa, Mirtha y Olga, recorren las alternativas que hay en los distintos stands. Foto: El Sol. “Hace años nos venimos desde Las Heras hasta acá. Por lo general compramos ropa, hay mucha diferencia de precios. Conseguís prendas en muy buen estado por solo $1.500“, remarcaron. Y sumaron: “ Acá nadie te discrimina, no te roban. A otros lugares vamos con miedo. En cambio acá nos sentimos a gusto, muy tranquilas y seguras “. Me gusta: Me gusta Cargando...
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