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  • Vóley en Misiones, el gigante dormido

    » Elterritorio

    Fecha: 28/04/2024 04:30

    La disciplina lleva siete años bajo el ala federativa buscando la reestructuración definitiva para dar el salto de calidad que muchos anhelan. El beach, una excepción. domingo 28 de abril de 2024 | 1:30hs. El vóley de playa, en tanto, no para de crecer y de promover valores a la Selección. //Foto: Natalia Guerrero. Los deportes buscan nuevas salidas para seguir creciendo en estos tiempos cambiantes que transita el país y otros esperan salir a flote después de décadas de estancamiento. El vóley en Misiones puede anotarse en la segunda opción al ser uno del puñado que necesita dar el salto de calidad de una buena vez. Hoy su estructura parece frágil para estos tiempos modernos en que la comunicación y el transporte pueden llegar a cada rincón de la provincia. Pero, como ocurre en casi todos los ámbitos, hay unos pocos actores que se encargan de lograr avances significativos sin ayuda alguna. Todo a pulmón. El vóley apareció en el radar del misionero allá por el 2005 con el arribo de la franquicia Misiones Vóley en la Liga A1, un proyecto que se ancló en el polideportivo El Zaimán y que llegaba con intenciones ambiciosas de formar jugadores canteranos en esta disputa con los mejores equipos del país. El resultado fue trágico: oportunidad desperdiciada por malos manejos y disolución. La historia volvía a dar la espalda a la reorganización de la disciplina que tuvo que conformarse con captar algunos talentos por el mérito de equipos y clubes. Además, las competencias alcanzaban sólo el ámbito municipal, careciendo aún más la base de despegue. Tras varios intentos fallidos en el 2017 se conformó la ansiada Federación de Vóleibol de Misiones (FVM) para empezar definitivamente la reorganización. Y si bien todavía es prematuro hablar de una pisada importante tras siete años de gestión, desde el mismo organismo saben que están lejos de alcanzar la meta. "Evaluamos lo que teníamos en la provincia y nos dimos cuenta de que faltaba mucha capacitación. Se entrenaba como hace 40 años; entonces primero decidimos capacitar técnicos y árbitros para ofrecer demanda", remarcó José Torres, el actual presidente de la FVM. Hoy la federación nuclea a 60 equipos y cuenta con 1.200 afiliados entre jugadores, entrenadores y árbitros. La base está, pero hay un dato preocupante: 40 de esos equipos no están bajo la órbita de clubes, por lo que no cuentan con un espacio físico para los entrenamientos y tampoco con el apoyo económico necesario. El mejor ejemplo es Brujas Vóley. La escuela posadeña por excelencia creció a tal punto de cubrir cada una de las categorías tanto en masculino como en femenino, reclutando más de 400 chicos y chicas y llevando a la primera de Damas a ganarse un lugar en la segunda categoría nacional. Todo esto sin contar con un lugar físico, alquilando las canchas de un club y sosteniéndose con la cuota mensual de cada uno. "Todo va destinado al alquiler. Lo hacemos porque entendemos que hay mucha demanda de otros deportes para ocupar los polideportivos manejados por el municipio", remarcó Alejandro Cardozo, entrenador de Brujas. Una realidad que golpea a lo largo y ancho de la tierra colorada a este deporte que también tiene que luchar con competencia directa como el fútbol o el básquet. Motivos para sonreír Aún así hay razones para esperanzarse. Y es que a pesar de las imposibilidades evidentes, el vóley indoor continúa sacando jugadores que llegan a la élite. Tal es el caso del reciente bicampeón nacional apostoleño Gustavo Maciel o el cerroazuleño Wilson Acosta, hoy en Defensores de Banfield. Párrafo aparte para el beach vóley, que sigue solidificando bases con el paso de los años en el sur de la provincia y ciertamente es el caballito de batalla si hablamos de representatividad, competencia y lugar de entrenamiento. Sin dudas el vóleibol de playa marca la tendencia hoy en día por el trabajo incansable de entrenadores como Cecilia Oviedo que se encargaron de instalarse en Posadas y bajar línea directa desde la federación argentina. El resultado es claro: mayor competencia, polo del beach en la región y jugadores reconocidos internacionalmente como es el caso de Marcos González. Una luz de la que habrá que respaldarse para corregir definitivamente el camino del vóley misionero. Notas relacionadas

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