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  • Las marchas en el mundo que no vio Javier Milei

    Gualeguaychu » El Argentino

    Fecha: 27/04/2024 18:04

    Por Natasha Niebieskikwiat “Vamos a garantizar los fondos a las universidades y vamos a auditar cómo se utilizan” dijo Javier Milei por su cuenta de X el martes 24. “Causas nobles, motivos oscuros” tituló también en su texto en el día después de la masiva marcha universitaria del lunes 23, contra las amenazas y recortes de presupuesto por parte del gobierno Libertario y que, con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, tuvo réplicas en todo el país. El Presidente volvió a patalear argumentando que la protesta tuvo fines “políticos”, tuiteó y retuiteó los insultos contra opositores, políticos kirchneristas y radicales que aparecieron en la movilización que, sin embargo, careció de consignas partidarias. La protesta universitaria fue la más grande de los últimos diez años. Milei lo hizo. Y “bala” le entró a Presidente porque tuvo que digerirla como lo tuvieron que hacer grandes gobiernos en la historia y en el mundo entero. El movimiento estudiantil, las manifestaciones estudiantiles, o los estudiantes como parte central de otras protestas sociales son protagonistas de las revueltas sociales del XX y XXI porque, entre otras cuestiones, son uno de los canales de desafío al poder. Hubo marchas contra derecha e izquierda. Las hubo contra regímenes represivos, o contra medidas que les parecían regresivas o represivas. A veces condujeron a importantes cambios en el sistema o a la caída de gobernantes. Y en otros casos, fueron utilizadas para otros fines, y también fueron corrompidas. Para el caso, el presidente no vio que la Argentina, tiene una importante tradición de movilización de estudiantes universitarios, como motor de las mismas o acompañando otras. Vale recordar la “Reforma Universitaria de 1918” en la que universitarios en la provincia de Córdoba protestaron contra lo tildaban de prácticas autoritarias y dogmáticas, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen. Y estas fueron muy importantes para el movimiento Latinoamericano. En 1958 hubo un movimiento de Laica-Libre contra la creación de universidades privadas (confesionales) y fue super masiva. En 1969, hubo revueltas en Rosario, el Cordobazo, el Tucumanazo por nombrar los más importantes, que llevaron a la caída de Onganía, y se las considera como "El 68 argentino", precisamente en referencia al Mayo Frances de 1968, en el que los estudiantes y jóvenes irradiaron su rebeldía juvenil hacia Praga, Berlín y hacia este continente americano con espejos en Uruguay, Brasil. Y en México, con un capítulo trágico en la “Matanza de Tlatelolco”, de estudiantes y docentes. El Mayo Francés “se aburguesó” y no produjo cambios de estructura, pero sí modernización la cultura joven e irradió sus efectos hacia el movimiento hippie y antitético en EE. UU. En el 68 hubo revueltas hasta en Sudáfrica y Senegal. Y en España, fueron muy importantes para el movimiento anti franquista. Están las movilizaciones en Chile de 2006 cuando gobernaba la socialista Michelle Bachelet, 2011 y las de 2019, que afectaron fuertemente al gobierno de la centro derecha del fallecido Sebastián Piñera. Estas últimas reclamaban el fin del modelo educativo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet, pero fueron atravesadas por episodios de enormes hechos de violencia y anarquía. Las revueltas chilenas incluso marcaron el inicio de la carrera política del presidente Gabriel Boric, por entonces uno de los estudiantes alzados. Pero al final del camino, el giro fue hacia la derecha y hoy la ciudadanía, incluso joven, al que reprueba es a Boric. Poco y nada cambió tras el estallido. “El movimiento estudiantil incomoda definitivamente. La semana pasada los estudiantes volvieron a las tapas de los diarios y eso no ocurría hace muchos años. Por eso la marcha (por el de este martes) pudo llegar a ser un hito importante para el gobierno de Milei, dijo en consulta Guadalupe Seia, Investigadora del CONICET y docente UBA, con cuatro títulos universitarios. Por su parte, Fernando Pedrosa, también profesor universitario e investigador de la UBA consideró que el error de Milei y de su gobierno fue "no entender” a lo que estaba enfrentando. “No era un acto como el de la CGT o el 24 a marzo. La convocatoria universitaria es una transversal, una convocatoria positiva, en la cual no dudan en agruparse todos los opositores. No tienen miedo, van de trotskistas a derecha moderada, van todos los radicales, los peronistas de izquierda, los movimientos sociales, los universitarios. Este punto es muy importante. La universidad logra unificar a la oposición al gobierno” “El movimiento estudiantil, las universidades en general, siempre han sido, no solo la caja de resonancia de los conflictos y de los proyectos de cambio, también han sido el lugar donde se atesoran los deseos de cambio, donde van sectores de la clase media, donde van jóvenes, o sea que siempre ha sido el lugar cantado para cuanta movilización, cuanto movimiento organizado haya existido, entonces es como un maridaje perfecto”, dice Pedrosa, también profesor e investigador de la UBA. Con todo, el movimiento universitario es lo que lo ha hecho ver gran parte en forma romántica, pero que en la práctica “pocos de ellos han logrado producir cambios serios, profundos y sobre todo duraderos”. Represión y Cambio La cruzada contra los estudiantes en Argentina es bien conocida en muchos periodos de la historia. Para el caso el propio Perón y los gobiernos que le siguieron a su muerte, el de Isabel Perón como la dictadura militar veían a las universidades como “un nido de comunistas, subversivos y terroristas”. Las universidades sufrieron víctimas estudiantiles y docentes en su seno durante la última dictadura. Para el caso también fueron los estudiantes nicaragüenses los que buscaron destronar a Daniel Ortega con su revuelta de 2011. Le represión los apagó y hubo más de 300. Los estudiantes universitarios también fueron un factor de desafío al comunismo en China. Cuando este tambaleaba en la Unión Soviética y Europa, los estudiantes lideraron una discreta protesta en China contra el nepotismo y en favor de una mayor libertad de prensa y de más inversión en Educación. Las manifestaciones terminaron en la concentración en la mítica y simbólica Plaza de Tiananmen. El régimen movilizó 300.000 soldados de todo el país para preparar el desalojo de la Plaza. Se estima que hubo entre 300 y 2.600 muertos en la represión. La masacre de Tiananmen se sigue ocultando en la segunda potencia mundial que es hoy China. El desafío en este tiempo les llegó de los estudiantes en Hong Kong. Pero lograron acallarlos por ahora. Y para entender que el mundo es más complejo y menos lineal de lo que muchos creen hay que poner la mirada en los campos universitarios de los Estados Unidos, donde crece la protesta. Son establecimientos públicos y privados y hasta muy influyentes como Harvard, Columbia y Yale. Allí hay un creciente rechazo -aunque también polarización- al apoyo de ese país a Israel en su guerra contra el terrorismo de Hamas en la Franja de Gaza. El final es abierto, pero los acampes meten presión y mucha a Joe Biden en campaña electoral contra Donald Trump. FIN.

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