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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 27/04/2024 12:26
El ex gobernador Sergio Urribarri formalizó una denuncia contra el procurador general Jorge Amílcar Luciano García ante el Jurado de Enjuiciamiento. Lo anunció a través de una carta que publicó en redes sociales donde describe los “momentos muy difíciles” por los que atraviesa su familia: “De los más duros que nos hayan tocado atravesar, por el brutal accionar de sectores que han buscado estigmatizar y mancillar mi nombre, el de mis seres queridos y el de personas que me acompañaron en mi gobierno”, dijo. En la denuncia, el ex mandatario le atribuyó al Procurador General causales de falta de idoneidad, mal desempeño en sus funciones e incumplimiento de los deberes a su cargo; solicitó que sea suspendido en el cargo mientras dure el proceso. Sin embargo, Urribarri también asegura que fue víctima de una persecución política por parte de una “posible asociación criminal destinada a la extorsión del aparato político” y que García y otros magistrados habrían incurrido en delitos penales. “El Procurador General, en su rol de jefe máximo de los fiscales, y sostenido por el principio casi absoluto de jerarquía, no podía desconocer cada uno de los actos de sus dependientes. Sus actitudes y acciones consistieron en la dirección y seguimiento de esta coordinación judicial y política contra mi persona”, señaló Urribarri. La presentación de la denuncia había sido adelantada hace unos días por el abogado Fernando Burlando, que se sumó a la defensa de Urribarri en el proceso en el que ha sido condenado a ocho años de prisión por delitos de corrupción. Urribarri le atribuye a García una batería de inconductas y considera que los hechos denunciados deben ser analizadas por el Jurado de Enjuiciamiento, invocando lo establecido por la Constitución Provincial en cuanto a que “los representantes del ministerio fiscal (…) en todas las instancias quedarán equiparados a los miembros del Poder Judicial (…) no pudiendo ser removidos sino por el Jurado de Enjuiciamiento”. En primer lugar, el ex mandatario le cuestiona a García haber accedido a su primer cargo en la administración de justicia en 1979, durante la última dictadura, “jurando y coincidiendo con el proceso militar”. También señala que García “ha ejecutado actos como autoridad cabeza del Ministerio Público Fiscal con arbitrariedad e ilegalidad manifiesta” y “maniobras que encubrieron una intención política judicial de represión y persecución”. En esa línea, dejó traslucir que García y la destituida procuradora adjunta, Cecilia Goyeneche, habrían orquestado una “mesa judicial” para digitar el armado causas en su contra. “A través de la creación de la Fiscalía Anticorrupción se ha concentrado la facultad de dirigir todas las investigaciones relevantes dentro de la exclusiva órbita de influencia de dos fiscales puestos discrecionalmente sin respetar ningún criterio objetivo que justifique la quita de ‘competencia’ en el resto de todos los otros fiscales de la provincia”, sostuvo Urribarri. El ex gobernador también le atribuye a García un supuesto incumplimiento de los deberes de asistencia familiar; la denegatoria al acceso del derecho de acceso a la información pública respecto de las designaciones de funcionarios del Ministerio Público Fiscal, y haber pagado los honorarios de ese proceso con dinero público; la designación de fiscales auxiliares sin concurso y la designación en planta permanente de personal violando las normativas. También lo acusa por tráfico de influencias, por el nombramiento de personas allegadas en cargos judiciales, e influir en las decisiones de la Cámara de Casación Penal de Paraná y abuso del principio de jerarquía, por haber supuestamente promovido una defensa pública contra Goyeneche en el jury que terminó con su destitución. Además, le achaca falta de perspectiva de género. En la carta que publicó en redes sociales, Urribarri se quejó de que “a lo largo de estos años, en reiteradas oportunidades, tanto mis abogados como yo mismo, hemos denunciado públicamente el direccionamiento, la prepotencia, las arbitrariedades y los atropellos de esta persecución. Lo hemos hecho casi en soledad, pero siempre con la esperanza de que un tribunal imparcial nos escuche y atienda nuestros argumentos”. “Lo único que venimos pidiendo es que nos juzgue un juez o una jueza con la imparcialidad, la objetividad y la independencia que corresponde. Nada más. Apostamos a que en algún momento emergiera la racionalidad jurídica, pero eso no sucedió. Tarde o temprano muchos se darán cuenta de que esta embestida va más allá de mi persona. Hoy es contra mí, pero también me trasciende. El objetivo es domesticar a la dirigencia política y socavar al peronismo”, concluyó Urribarri. PÁGINA POLÍTICA
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