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» El Ancasti
Fecha: 27/04/2024 12:04
Ni en la placa. El mármol tiene los nombres de Daer y Burgos pero no el de Moro, que también es secretaria. La seccional Catamarca de la Confederación General del Trabajo dejó inauguradas las obras de remodelación que se realizaron en el tradicional edificio de la esquina de calle Tucumán y San Martín con aportes del Gobierno de la Provincia en subsidios por unos $15 millones. Para el acto fue invitado el gobernador Raúl Jalil y se dio la visita del cosecretario general de la CGT Nacional, Héctor Daer, quien es además referente de los Trabajadores de la Sanidad, gremio al que representa uno de los dos secretarios generales de la seccional local, Leonardo Burgos. Esto reactivó la interna sindical por la conducción de la central obrera, ya que el sector cegetista que conduce la diputada Gladys Moro (APUNCA) no fue invitado y hubo incidentes: ahora promete comandar una lista para pelear la conducción del organismo. En la oportunidad se habilitaron una serie de refacciones internas y un nuevo Salón de Usos Múltiples, tras varios meses de obra que mantuvo la sede cerrada. En el acto, el gobernador Jalil agradeció la presencia de Daer en Catamarca y comentó que “se están construyendo 104 casas para los trabajadores y una vez que se concluyan, vamos a continuar con otras tantas”. “Está claro que para un trabajador es muy caro construir su casa si no tiene ayuda del Estado. Estoy convencido de que en algún momento el Gobierno nacional va a entender el impacto de la obra pública en la generación de empleo, en el turismo, en la salud y mucho más en el interior profundo porque si no hay gas, energía y no es lo que la gente merece”, dijo el mandatario. Por su parte, Daer remarcó que “en el momento en que las desigualdades de nuestra sociedad están en picos altísimos e históricos, es necesario que los gobernantes tengan esta mirada de la existencia de un Estado que permita articular y regular el funcionamiento de una sociedad” y en esa línea, felicitó a Jalil por el plan de viviendas. Uno de los secretarios de la CGT local, Leonardo Burgos, agradeció por las obras y anunció que allí habilitarán una boca de expendio de OSEP y un “sector de Empleo de la Provincia para atender las necesidades de los empleados de esta provincia”. Puertas afuera, la tensión Cuando culminó el acto, algunos dirigentes de un sector disidente al de Burgos pretendieron ingresar a la sede pero no se los permitieron. Se trata del sector de gremios que se nuclean en la “Agrupación Azul y Blanco”, comandada por Gladys Moro, titular de APUNCA y cosecretaria general de la CGT Catamarca desde marzo de 2022. Allí se produjeron algunos incidentes y empujones, hasta que este sector se retiró y expresó su malestar por lo ocurrido. “De Burgos no nos sorprende nada. Son muchos años, quizás se olvidó de invitarnos. Aunque escuchamos el acta y tampoco nos nombró”, lamentó. “No solo no fuimos invitados a este acto, sino que no fuimos invitados a ninguna reunión desde que empezó esta gestión. Desconocemos el motivo por el que no podemos ingresar, pero de todos modos la CGT es la casa de cualquier trabajador y acá estamos”, dijo Moro a El Ancasti desde las veredas de calle Tucumán. En esa línea, cuestionó que Burgos la “convocó” para firmar la nota por el pedido de subsidio al Gobierno para las obras, pero que no la convocó para la inauguración. “El que se crea que una casa de los trabajadores le pertenece, equivocó el rumbo”, remarcó y anticipó que en las próximas elecciones conformará una lista propia. “Seguramente ya no trabajaremos en binomio”, vaticinó. En ese sentido, comentó que intentarán la aventura de pelear por la conducción de la CGT “a pesar de que hoy escuchamos de la existencia de un nuevo reglamento que nosotros desconocemos, porque nunca se nos fue notificado”, reclamó. “Siempre estuvo dividida la CGT, de allí que se eligió un binomio”, remarcó. La secretaria general de UPCN, Claudia Espeche, tildó de “machirulesco” el accionar de Burgos y consideró que “debería estar retirado”. Además, reclamó que el Gobierno “puso un montón de plata para esta obra” y por responsabilidad de Burgos y sus afines “el acto fue un papelón”. Acuerdo y pronta ruptura Burgos y Moro encabezaron la normalización en la CGT en marzo de 2022 después de varias semanas de intensas negociaciones en las que hubo acusaciones cruzadas. Sin embargo, los primeros chispazos llegaron en septiembre de ese año, cuando el Consejo Directivo de la CGT emitió un comunicado en el que expresó un fuerte respaldo a Burgos y ATSA, por un conflicto que el gremialista mantenía con los trabajadores autoconvocados de la Salud y APROSCA en el marco de una disputa salarial con el Gobierno. Ese comunicado fue negado por el sector que conduce Moro. La situación escaló un mes después, cuando Burgos convocó a un plenario de la CGT para una revisión del reglamento y Moro reclamó no sólo no haber sido consultada, sino que denunció haber recibido amenazas de parte de Burgos porque no se ponían de acuerdo con la fecha y ella pedía “tiempo para analizar las reformas”. Fue la oportunidad para que los gremios que acompañan a Moro reclamaran que “Burgos no respeta el binomio y no permite la participación de este sector en la toma de decisiones”. El titular de ATSA negó aquellos hechos. “Somos dos líneas que hemos coincidido en la reorganización de la CGT. Ellos son 16 compañeros que integran la línea Azul y Blanca y nosotros 38. Los 38 nuestros me pedían el plenario y ella también lo pidió en una nota periodística donde ella estaba de acuerdo con los autoconvocados”, dijo por entonces.
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