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  • El desafío de controlar hormigas cortadoras en forestaciones

    » LM Neuquen

    Fecha: 27/04/2024 03:24

    Desde Argentina y hasta México, las hormigas cortadoras de hojas (HCH) representan un riesgo muy severo para la producción agrícola y forestal . Estos insectos herbívoros son de gran relevancia en los bosques tropicales y pueden consumir hasta un 17 % del follaje de esos ambientes. Conocer su comportamiento individual y en comunidad, se puede trasladar en la aplicación de estrategias para repeler o atraerlos, y generar una convivencia más equilibrada entre el sector productivo y este grupo de especies. José Villacide es biólogo y trabaja específicamente en el área de Ecología de Insectos. Es parte del INTA EEA Bariloche y el foco de su estudio está puesto en los insectos plagas de los árboles en general y de plantaciones forestales en particular. IMG_20240423_104508.jpg Estas hormigas son una de las principales plagas de la producción forestal. Foto: gentileza. Trabajo de hormiga Pese a su importancia ecológica, las HCH se han constituido como uno de los principales organismos plaga para la producción agrícola y forestal de América tropical y subtropical. En este sentido, su manejo en ambientes agrícolas y forestales presenta un desafío y Villacide ha sido un protagonista en la observación y estudio de este tipo de problemática. El proyecto de manejo de hormigas en plantaciones forestales de Argentina “fue un proyecto de escala nacional que se centró en estudiar este complejo de hormigas en sistemas de eucalipto y de pinos principalmente, en distintas ecoregiones en donde la producción forestal es importante. Se hicieron estudios en toda la cuenca mesopotámica, en Misiones, Corrientes y Entre Ríos; otros se hicieron en Buenos Aires; Y también algunos acá, en Patagonia”, recordó el investigador. De gran ambición, el trabajo se basó en estudiar “desde el comportamiento de hormigas individuales hacia moléculas específicas que después se podrían incluir en sistemas de atracción o de repelencia para el manejo, hasta escalas de paisaje para entender cómo las poblaciones de las hormigas interactúan con distintos componentes, como por ejemplo cómo son las plantaciones forestales o cómo son los ambientes que rodean a las plantaciones forestales”, amplió. Jose Villacide Hormigas 5.jpg Cuantificación del daño de la plaga. Por otro lado, el proyecto indicaba que el modelo actual de control de las HCH constituye uno de los desafíos claves para la gestión de la sanidad y sostenibilidad de las producciones forestales debido a la dependencia, de manera casi excluyente, de fitosanitarios de base sintética. “Un poco con esa base, nos propusimos explorar el uso de atrayentes y repelentes naturales, así como el manejo de la biodiversidad vegetal espontánea a fin de redirigir la herbivoria de las HCH hacia otros recursos vegetales, y proteger, los árboles de las plantaciones forestales”, advirtió. Y agregó: “El proyecto también integró un componente muy importante que fue toda una línea de estudio de preguntas de base económica y de percepción de los productores respecto de estas problemáticas y que fue muy bueno hacer este cruce entre biología, producción y percepción”. IMG_20220612_114255.jpg Enormes hormigueros en el medio de los bosques patagónicos. Foto: gentileza. Nativo vs. nonativo Si bien las hormigas “son la principal plaga para la producción forestal” – como afirma Villacide– también es necesario entender que son una especie nativa. “Con lo cual queríamos alejarnos de los paradigmas clásicos de control de plagas forestales, que en general son contra especies que no son nativas. Lo que aplicamos acá fue tratar de encontrar soluciones para su manejo con muy bajo impacto ecológico”, explicó. Villacide expuso que “las hormigas cortadoras de hojas son un grupo de muchas especies, nativas del cono sur de América, que se distribuyen en gran parte de esta región y en Argentina. En particular, desarrollan sus colonias desde el norte hasta prácticamente mitad de la Patagonia, hasta el sur de Chubut. Obviamente la mayor concentración de hormigas está en las zonas más de climas más cálidos, pero hay una especie en particular que tiene una distribución más amplia y que llega hasta la Patagonia y afectan a diversos cultivos de la región, incluyendo los forestales”. José Villacide.jpg El biólogo José Villacide es parte del INTA EEA Bariloche. En este sentido, existe una demanda desde el sector productivo agroforestal por el desarrollo de nuevas estrategias de manejo validadas en los ambientes productivos de menor impacto ambiental. Según un informe, “el impacto de la HCH para la producción agrícola y forestal de las Américas tropical y subtropical es incuestionable. En particular, las HCH constituyen quizás la principal amenaza sanitaria para los sistemas forestales de producción dominados por el cultivo de especies nonativas de árboles. Esto es porque a las escalas espaciales y temporales de esta actividad, se suman la poca o nula inversión que las especies implantadas poseen en materia de defensas químicas y físicas, producto de lo nuevo de la interacción insecto-planta. Datos no formales sugieren que las HCH generan importantes pérdidas en la producción y requieren de elevados costos para su manejo”. IMG_20220310_133050.jpg "Las HCH generan importantes pérdidas en la producción y requieren de elevados costos para su manejo”, explicó José Villacide. Foto: gentileza. Resultados El proyecto arrancó en medio de los primeros meses de flexibilidad de la pandemia, con lo cual el trabajo interdisciplinar y federal resultó complejo. Cabe destacar que participaron representantes del INTA Bariloche (entre ellos Villacide, quien lideró el plan de trabajo), CIEP INTA Buenos Aires, INIBIOMA CONICET Bariloche, FAUBA UN Quilmes (Buenos Aires), INTA EEA Montecarlo (Buenos Aires), IMYZA INTA Castelar (Buenos Aires), INTA EEA Concordia (Entre Ríos) e INTA EEA Bella Vista (Corrientes). “El proyecto, en definitiva, estuvo activo durante casi un año y medio, más o menos, pero fue un esfuerzo enorme, fue mucha gente la que trabajó, es un equipo muy grande”, destacó Villacide. De acuerdo a los datos relevados, el biólogo señaló que “pudimos hacer pruebas tanto de escala experimental, de escala acotada en árboles, como a escala de semicampo, sobre algunos componentes que se pueden usar como atrayentes o repelentes para las hormigas. Hicimos estudios sobre cómo la biodiversidad de plantas que pueden crecer en los ambientes en donde se cultivan los árboles, puede ser integrada dentro de un manejo también para disuadir. Hubo un montón de estudios y detalles. Otro caso que observamos fue, por ejemplo, estudios de preferencia sobre las especies presentes en la vegetación espontánea a fin de generar bases para su manejo local, e integrado a la estrategia de manejo de las HCH”. drlced58.png El impacto para la producción agrícola y forestal de las Américas tropical y subtropical es incuestionable. A partir de esto se publicaron dos trabajos en revistas científicas y una variedad muy grande de otros estudios se presentaron en congresos. “El otro gran trabajo que hicimos fue determinar cómo la estructura del paisaje modela esta presencia o ausencia de las hormigas en la cuenca forestal de producción de eucaliptos de Entre Ríos”, enfatizó Villacide. Además, “Fue muy interesante colectar los datos de base económica, de cómo el sector productivo ve este problema y cómo puede plantearse la posibilidad de adoptar tecnologías distintas a las corrientes”, indicó también. Y concluyó: “cuando nosotros plantamos árboles, lo único que hay disponible son los árboles, a las hormigas les fascinan los árboles que nosotros plantamos, van y se los comen; así de cuento muy simple. Entonces, manejando la biodiversidad (que en algún momento se la ve como un impacto negativo), pensamos y creemos fuertemente que puede ayudarnos a minimizar - no a evitarlo cien por cien- el impacto sobre nuestros árboles”.

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