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  • Por qué bailar tango puede disminuir los síntomas del Parkinson

    » Infobae

    Fecha: 27/04/2024 02:52

    El tango es reconocido mundialmente como una danza terapéutica con beneficios para distintas enfermedades como el Parkinson, entre otras. Desde hace ya varios años la medicina ha probado que bailar tango es una práctica muy recomendada para los pacientes que padecen Parkinson, el trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios. La práctica de la danza tradicional argentina está en crecimiento y se ha trasladado de los salones de baile a las salas de terapia de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson en los últimos años, mientras se suceden los estudios científicos que demuestran que el baile del ‘dos por cuatro’ beneficia la salud. Un ejemplo concreto sucedió hace pocos días, durante un congreso de Parkinson celebrado en la ciudad de Milán, Italia y organizado por la Fundación Carlo Besta. Allí, neurólogos italianos enfatizaron que el tango, especialmente el argentino, es la mejor práctica bailable como tratamiento eficaz para pacientes que padecen Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa y crónica que no tiene una cura. En Buenos Aires, el tango siempre es protagonista en las calles “De todos los bailes, el más eficaz es el tango, especialmente el argentino, porque presenta movimientos a diferentes velocidades, paradas y aceleraciones continuas, giros en U, desprendimientos bruscos del suelo. Características que posibilitan a paciente entrenar y mejorar el equilibrio y la coordinación, estimulando el área motora suplementaria del lóbulo frontal del cerebro”, explicó el doctor Roberto Eleopra, director del Departamento de Neurociencias Clínicas y del Centro de Parkinson y Trastornos del Movimiento de Besta. “Los movimientos rítmicos y medidos de este tango ayudarían selectivamente a los ganglios basales a mejorar el control motor del cuerpo porque el ritmo y timbre de esta música ayudan a recuperar automatismos motores perdidos”, agregó el experto neurólogo. La organizadora del congreso, la doctora Barbara Garavaglia del departamento de diagnóstico y tecnología aplicada de neurogenética molecular de Besta, añadió que se trata de una danza para quienes padecen esta enfermedad que también mejora la sociabilidad. La práctica del tango aporta varios beneficios a la salud “Reducir el aislamiento tiene ventajas no sólo físicas sino también emocionales en términos de calidad de vida porque estimula un cambio positivo de perspectiva y actitud hacia el diagnóstico como sentido, aumenta la autoeficiencia y se recupera la autogestión del propio cuerpo”, precisó la experta. Y agregó: “La tangoterapia, a diferencia de otras formas de rehabilitación realizadas en el gimnasio, que pueden parecer repetitivas y aburridas, es considerada por los pacientes como una forma de entretenimiento porque favorece el contacto y la interacción con los demás, mejorando el humor y teniendo la ventaja de unir a los dos géneros en la recuperación de la enfermedad”. El famoso neurólogo estadounidense Oliver Sacks, en su libro Musicophilia, ya hablaba de la importancia de la música como tratamiento para el Parkinson. Decía que los pacientes con esta enfermedad siempre caminan demasiado rápido o demasiado lento, ya que el mecanismo que regula el ritmo dentro de su cerebro está “bloqueado”. Sin embargo, la música puede ayudar a recuperar el ritmo. Pero existen varias otras razones por la que el tango y el Parkinson pueden encontrarse en una pista de baile. El doctor Sergio Rodríquez Quiroga, y las doctoras Nélida Garretto y Tomoko Arakaki en un encuentro internacional de Parkinson El doctor Sergio Rodríquez Quiroga, neurólogo del Hospital General de Agudos Dr. José María Ramos Mejía e integrante del Grupo de Parkinson y movimientos anormales y neurogenética del hospital, explicó a Infobae los beneficios de bailar tango aplicados a los pacientes con Parkinson. “El tango es un tipo de danza ideal para estos pacientes. Es un paso caminado que implica la necesidad de atención. Es también una marcha voluntaria, que además, utiliza pistas sensoriales como la música escuchada y la visión para bailar con una pareja, que plantea otro desafío enorme, ya que interpretar qué le propone a la pareja, caminar para atrás, al costado y no golpearse con otras parejas requiere de equilibrio, coordinación y temporalidad. Todos atributos que ayudan al cerebro a pensar de otra manera, tal vez más compleja y hallar caminos alternativos para que todo suceda con éxito y no terminar en el suelo”, agregó el experto. El doctor señaló que los trastornos de la marcha son uno delos síntomas frecuentes en estos pacientes, ya que afecta a la calidad de vida y muchas veces no ofrece respuestas categóricas a la medicación indicada. Una clase-terapia de baile de tango para pacientes con Parkinson “En muchos pacientes, el escuchar la música y empezar a tararear un tango, hace que los pacientes salgan de ese estado de congelamiento que suelen tener. Luego se avanza con la sincronización de la música escuchada, el tomar contacto con la pareja, que se recomienda que no sufra de Parkinson, y luego el desafío mayor: bailar, con pasos cruzados, enganches, arranques y paros, pasos más largos, firuletes y alguna otra acrobacia”, añadió el especialista. En el tango, el paso básico es caminando, y la música ofrece una aditamento externo que contribuye a recuperar el ritmo interno alterado por esta enfermedad. Esto lleva a que el paciente genere movimientos fluidos y acompasados. La pista de baile genera el desafío de un espacio acotado de movimiento para evitar chocarse con otras parejas. Y el abrazo del compañero o compañera, invita a generar desplazamientos libres de ataduras, haciendo que su práctica se transforme en un ejercicio gratificante y hasta socialmente divertido. “Durante 9 años, desde 2010 a 2019 tuvimos un Programa de Tango para pacientes con Enfermedad de Parkinson, que tenía la finalidad de ofrecer a los pacientes una alternativa de tratamiento físico, más allá de la medicación particular que cada uno tomaba, como elemento indispensable en el tratamiento de la enfermedad. Lamentablemente por la pandemia de COVID-19 debimos suspenderlo. Pero esperamos que este año lo volvamos a implementar ya que estamos trabajando en ello”, precisó Rodríguez Quiroga, quien destacó el trabajo que lleva la Jefa de equipo, la doctora Nélida Garretto, junto a la neuróloga Tomoko Arakaki y los profesores de baile Juan Firmani, Verónica Lituak y Laura Segade. Análisis postural de pacientes antes y después de bailar tango argentino El doctor Guido Dorman, médico neurólogo y miembro del Departamento de Neurogerontopsiquiatría y de la Clínica de la Memoria de INECO explicó a Infobae que el Parkinson es una enfermedad crónica y neurodegenerativa, y que si bien hay tratamientos farmacológicos que aminoran sus síntomas, es fundamentar complementarlos con otros tratamientos aparte de los que utilizan medicación. “Hay estrategias no farmacológicas, como la kinesiología. Hay estrategias más informales como promover al paciente ciertas actividades físicas, ejercicios, deportes, o Tai–chi. Pero el baile también es una herramienta muy eficaz. Especialmente el del tango, que requiere una coordinación, postura, equilibrio y marcha particulares”, indicó Dorman. “La terapia basada en la danza, llamada danza-terapia es una actividad física que requiere movimiento automático complejos. Y baila tango implica desarrollar una estimulación del equilibrio y postura, que justamente es lo que suele fallar en pacientes con Parkinson. Además, es un estímulo extra en los actos o motores. Y el estímulo sensorial de la música también ayuda”, agregó el experto. Decenas de parejas con Parkinson bailan en medio de un estudio científico Y mencionó que “hay estudios en personas sanas donde se prueba incluso que la música ayuda a desarrollar o mejorar técnicas de movimiento”. El doctor Rodríguez Quiroga explicó que los principales síntomas que padece una persona con Parkinson son la lentitud de los movimientos, el abrir o cerrar las manos, abrocharse los botones, usar el mouse de la computadora y el temblor, que aparece cuando el área afectada está en reposo. Los trastornos en la marcha al caminar también son frecuentes, con marcha lenta y pasos cortos manifestados. “Todos tenemos circuitos en el cerebro que se encargan de que todo funcione bien. En los pacientes con Parkinson hay daño en determinadas áreas del cerebro, donde hay una falta de la sustancia llamada dopamina. Estas regiones afectadas en el cerebro forman parte de los circuitos normales, por ejemplo de la marcha, por lo que evidencia dificultades para caminar. Al aplicar este tipo de terapias, el cerebro utiliza otras vías alternativas para mejorar la marcha”, sostuvo el experto. Práctica de tango argentino en Montreal Y completó: “Un aprende a caminar de memoria. Lo mismo que respirar. Uno no se da cuenta que lo está haciendo. La idea con este tratamiento con el baile del tango es obtener algo similar y que se activen los circuitos de la marcha en forma automática por ejemplo y luego el paciente se pueda mover normalmente”. En diálogo con Infobae, el neurólogo Alejandro Andersson, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), reflexionó: “La tangoterapia, que estuvo de moda hace algunos años, es una forma de terapia que utiliza el tango argentino como tratamiento, como herramienta terapéutica contra el Parkinson. Es cierto que se ha demostrado que la música de graduación tiene efectos positivos en la salud mental y física. Y particularmente el tango tiene que ver con la coordinación, con el equilibrio, con la movilidad. Este tipo de ritmos estimula una parte cognitiva que tiene que ver con el aprendizaje y también tiene un efecto emocional muy importante”. El tango tiene un ritmo, una melodía y una estructura que se adapta perfectamente a utilizar este tipo de danza y aprovechar sus beneficios terapéuticos. “Imagínense que hay que concentrarse, hay que coordinarse, hay que tener memoria. Todo esto te ayuda a mejorar la cognición y la función cerebral. Pero, más allá de lo que comentábamos sobre la actividad física, tiene que ver con mejorar la salud cardiovascular, la fuerza muscular y la movilidad articular. Y luego está el tema emocional, es decir, expresar emociones. Particularmente el tango es un baile con mucha pasión. Y, evidentemente, se asocia a sentimientos de dolor, nostalgia, amor, esperanza, olvido, etc. Esto es bueno, ya que permite a las personas expresarse y procesar estas emociones a veces difíciles. Hay estudios incluso que también afirman que puede ayudar a mejorar la depresión y los trastornos de estrés postraumático”, remarcó el especialista. El cerebro aprende nuevos caminos para suplir las deficiencias del Parkinson en la práctica del tango (University Health Network) “Como neurólogo me centro mucho más en el deterioro cognitivo, el Alzheimer, la demencia y también el Parkinson. Por lo tanto el tema de la movilidad es clave. Cuando uno intenta aprender un nuevo movimiento y hacerlo correctamente, en este caso el tango, al principio la cosa es muy consciente y utiliza mucho la corteza cerebral. Pero, finalmente, cuando se automatiza y de forma natural, esto comienza a registrarse en estructuras profundas llamadas ganglios basales, núcleos, raíces. Y tiene que ver con la memoria procedimental, que es la memoria que uno tienen como por ejemplo cuando uno aprende a andar en bicicleta”, concluyó el experto neurólogo. Distintos estudios ya habían anticipado los beneficios del tango argentino como terapia contra el Parkinson. De acuerdo a un trabajo publicado en la revista Clinical Case Reports, encabezado por los doctores Youngsoon Koh y Geunwoong Noh, “la tangoterapia es muy eficaz aplicando elementos del tango según la gravedad clínica y el estado del paciente. La maximización de los efectos clínicos de la terapia del tango en pacientes con enfermedad de Parkinson se puede lograr mediante la prescripción adecuada de elementos del tango de acuerdo con el estado clínico del paciente”. Y agregó: “El tango argentino se ha utilizado como terapia durante décadas para los trastornos neurológicos, especialmente la enfermedad de Parkinson (EP). Según estos estudios de casos, la terapia con tango es un tratamiento eficaz para la EP. La tangoterapia es una terapia combinada de múltiples enfoques de fisioterapia con la adición de musicoterapia y terapia cognitiva”. Corrección postural luego de la práctica sostenida de tango argentino, según un estudio científico Otro estudio previo publicado en la revista Frontiers in Neurology también hizo foco en el tango argentino. Bajo el título “Baile terapéutico de tango argentino para personas con enfermedad de Parkinson leve: un estudio de viabilidad”, la doctora Laura Blandy y otros coautores, concluyó que “se demostró que el programa de baile de tango argentino de cuatro semanas y dos veces por semana es factible y seguro para personas con EP de leve a moderadamente grave”. “La intervención de baile de tango argentino demostró ser segura y sin eventos adversos. La adherencia al programa de danza fue del 89%. Las puntuaciones de depresión mejoraron después de la intervención Algunos desafíos se asociaron con la necesidad de reclutar rápidamente participantes y fisioterapeutas para que actuaran como compañeros de baile durante las clases y monitorearan a los participantes”, agregaron. Y por último, otro estudio publicado que tiene como protagonista a los doctores Sergio Rodríguez Quiroga, Daniel Rey, Tomoko Arakaki y Nélida Garreto, evidenció que “el baile de tango, al ser una actividad multitarea que utiliza señales auditivas, visuales y sensoriales, ofrece una estrategia divertida para la rehabilitación en pacientes con EP, permitiéndoles conectarse con el movimiento a través de la melodía de la música”. Unas 80.000 personas la padecen en Argentina y más de 8,5 millones en el mundo. (Getty) Los expertos estudiaron a una mujer de 73 años con antecedentes de 15 años de enfermedad de Parkinson idiopática que tenía graves dificultades para iniciar la marcha y caminaba sólo con ayuda de un bastón con pasos cortos y arrastrando los pies. En el examen, tenía rigidez bilateral severa y bradicinesia. En la prueba de tracción, perdió el equilibrio de forma espontánea o con solo un suave tirón en los hombros. “Pero la paciente era bailarina de tango argentino desde los 10 años y por ser parte de una familia tradicional de bailarines de tango suele participar en “milongas”. Cuando bailaba, podía superar de manera confiable las alteraciones de la marcha, pudiendo bailar los pasos de tango, mejorando dramáticamente sus alteraciones motoras y de la marcha, caminando hacia atrás, dando pasos cruzados y controlando su equilibrio dinámicamente”, sostuvieron en la investigación. La enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad neurodegenerativa que afecta 1-2% de la población de más de 65 años, se calcula que 80.000 personas la padecen en Argentina y más de 8,5 millones en el mundo. Es una enfermedad progresiva y crónica, que para su aparición colaboran múltiples factores: genéticos, ambientales y de estilo de vida. El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta 1-2% de la población de más de 65 años Los cuatro síntomas cardinales (motores) del Parkinson son:

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