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  • Cómo es vivir con dos horas de agua al día y sin fuentes de trabajo, la realidad de quienes eligen San Expedito como hogar

    » Tiempo San Juan

    Fecha: 27/04/2024 00:04

    En abril el Santuario de San Expedito , ubicado en la localidad de Bermejo, en Caucete, reúne a miles de fieles de toda la provincia como del país que llegan para participar de la celebración del santo. Fuera de la novena, los pocos más de mil habitantes que viven en el pueblo luchan día tras día para no quedar en el olvido, donde reluce el rebusque para seguir viviendo. A metros del templo nuevo, por la entrada principal se encuentra la casa de Zulma Herrera, quien con mate de por medio, mira pasar desde la puerta de su hogar a los feligreses, devotos y visitantes. Oriunda de Las Chacras, Marayes, hace 22 años que se instaló en Bermejo con sus cuatros hijos, tras separarse de su pareja y dejar Albardón, donde había vivido un tiempo. “Tenía parientes acá y por eso elegí el pueblo en San Expedito, y acá crie a mis hijos”, detalla la mujer a Tiempo de San Juan . IMG_9911.JPG Zulma Herrera, vecina de San Expedito En un relato sobre cómo son los días, semanas y meses en el pueblo, comenta las dificultades y adversidades que las familias deben enfrentar para continuar. “Tenemos una hora en la mañana y una hora en la tarde. De ahí tenemos que juntar en tachos y piletas para tener todo el día”, detalla al contar la situación con el agua potable, un problema de nunca acabar que lleva años. El pueblo depende de la vertiente de Nikizanga, que está en estado crítico. A eso se suman las nuevas generaciones que eligen el pueblo para criar a sus hijos, y al hacer sus casas se conectan al agua, por lo que la disponibilidad es menor. La postal de tachos azules se repite en cada una de las casas. Esos reservorios son sin duda el tesoro más preciado de los vecinos de Bermejo. A eso se suma la falta de agua en general, que profundiza la sequía, haciendo que la vegetación que debe darse de manera natural no prospere. Incluso a metros del templo, donde se encuentra la estatua de San Expedito, se puede leer un cartel que reza: “Sr. Promesante, necesitamos de su colaboración, árboles de sombra para forestar el pueblo”. IMG_9889.JPG La falta de oferta laboral en la zona también es un problema de vieja data que lleva a ingeniársela para poder subsistir. Zulma comenta que sus cuatro hijos tienen familia, incluso es abuela de siete pequeños. Sus nueras viven en Bermejo, pero sus hijos han tenido que salir a buscar trabajo a kilómetros de allí. “Mis hijos para mantener a sus familias se van a trabajar a otros lados, mientras sus familias se quedan acá. Así como mis hijos, muchos chicos jóvenes se van a buscar trabajo a otro lado porque acá no tenemos nada. Mi nuera se queda en la casa, porque mi hijo se va a Valle Fértil. Viene cada quince días o por ahí una vez al mes, porque es caro el pasaje, pero mandan dinero y con eso pueden comer”, comenta. image.png Incluso ella misma tuvo que dejar su hogar de manera provisoria en búsqueda de trabajo. Actualmente desarrolla tareas de servicio doméstico y de vez en cuando regresa a su pueblo. “Quien vive acá es porque ama a su tierra”, asegura. IMG_9887.JPG Una sola vez al año el semblante del pueblo cambia. Las calles se ven más animadas, hay mayor movimiento, incluso llegan vendedores ambulantes y puesteros de distintas partes. Es para la Fiesta Patronal de San Expedito. La fecha también es aprovechada por los vecinos de la zona que se ponen manos a la obra. Hornean, cocinan, ofrecen sus producciones, incluso se van hasta los cerros a buscar yuyos para embolsarlos y venderlos. image.png Si bien San Expedito es visitado durante todo el año por fieles, sobre todo los fines de semana, la gran masa de visitantes solo va en abril, la fecha que aprovecha el pueblo para hacer una diferencia. image.png El resto del año viven gracias a donaciones de quienes colaboran con el pueblo como de quienes pasan y son abordados por los vecinos. Pese a ello, a las dificultades diarias, la carencia, la falta de oferta laboral y las distancias que hay hasta las comunidades más cercanas, quienes eligen Bermejo, quienes viven en San Expedito, lo hacen con dedicación, porque como dice Zulma, “aman su tierra”.

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