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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 26/04/2024 21:59
Por Luciano Peralta La situación de la Escuela N°2 Domingo Matheu es crítica. La obra de “ampliación, restauración y puesta en valor”, que había comenzado en febrero del año pasado, fue paralizada en noviembre, luego de las elecciones presidenciales. Semanas atrás, producto del deterioro sostenido del edificio, que se vio afectado directamente por las últimas inundaciones -está a una cuadra del río- se desprendió parte de la infraestructura de uno de los techos. Situación que marcó un límite. Sobre todo, si se considera que los 132 estudiantes que concurren a la institución están comiendo en el aula y conviviendo con baños químicos a los que “los chicos no quieren ir porque les da miedo”, según denunciaron desde la comunidad educativa de la institución. Durante todo el año pasado, los estudiantes que recibe la institución NINA, de jornada completa, y los cerca de 40 trabajadores y trabajadoras que concurren a diario, debieron adaptarse a comer en el aula, entre útiles, carpetas y mochilas, porque el comedor quedó en la parte a restaurar; a ir a los baños químicos que se dispusieron en el lugar y a compartir aulas con otros grados, por falta de espacios. Ante esta situación, y tras el anuncio de una movilización de madres a la Dirección Departamental de Escuelas para el último martes -que finalmente no se realizó-, EL ARGENTINO dialogó con Natalia Báez, responsable de la Departamental. “La escuela funcionó como está hoy durante todo el año pasado, desde que la obra se inició. Las condiciones en las que se encuentra no surgen a partir de esta nueva gestión. Lo que sí se dio fue el deterioro de algunas cuestiones y los temporales que hubo en estos últimos tiempos pusieron en evidencia otros problemas, como las grandes filtraciones que tiene el techo y, a partir de eso, el desprendimiento de algunas mamposterías y revoques”, expresó la funcionaria. El camino administrativo para dar cuenta de esta situación ya fue realizado: Desde la escuela se elevaron notas a la Dirección Departamental comunicando el estado crítico en que el edificio se encuentra, para que las mismas sean adjuntadas en el informe que Báez envió a la Dirección de Planificación de Infraestructura y Equipamiento Escolar del Consejo General de Educación (CGE), a cargo de Sergio Caminos. “La perspectiva es la de todas las obras que tenían fondos nacionales y que no se pudieron seguir porque esos fondos no están. Pero, a partir de una nota de los docentes, en la que se pedía la continuidad de la obra, hice un expediente que elevé al Consejo General de Educación para que las voces de los docentes sean escuchadas. Expediente que tiene, por ejemplo, las imágenes que ustedes publicaron”, informó la funcionaria, en referencia a la nota publicada por este medio el martes pasado. “Desde acá, en lo que se ha podido, que es la mediación entre la escuela y el Consejo General de Educación, se ha hecho todo. Puedo garantizar que el expediente con el pedido de los docentes para que la obra se reactive ha sido tratado con celeridad, para, cuando se tenga que negociar la reapertura de las obras, la Escuela Matheu sea una prioridad. El expediente es tratado con urgencia, tiene un cartel en flúor que dice urgente, y eso no sólo tiene que ver con el pedido que hizo la Departamental, sino también con la visión que tiene el CGE de estas situaciones”, puntualizó Báez. Quien, por otro lado, dijo que “tenemos que pensar esto en el contexto nacional y provincial, se paralizaron un montón de obras, otras departamentales están en la misma situación, quizás con avances de obras mayores, nosotros tenemos un 20% de la obra avanzada”. La obra en cuestión implica la puesta en valor y la ampliación de todo el edificio. Actualmente lo que está paralizada es una primera etapa que incluía al nivel inicial. En lo concreto, estos trabajos dejan operativo sólo la mitad de todo el edificio, según reclamaron desde la comunidad educativa. Desde donde, también, apuntaron a que “hay lugares que están prácticamente terminados y no se entregan”. En este sentido, Báez explicó: “La escuela puede hacer uso de la etapa de la obra finalizada cuando esté el certificado de finalización de obra. Si voy al lugar, que está todo vallado, puedo ver dos aulas que parecen que están terminadas, pero que parezca que están terminadas no significa que lo estén. No te quiero mentir, pero creo que todavía no tienen toda la cuestión eléctrica. La empresa constructora es responsable de toda la obra hasta el momento de su entrega finalizada. Entonces, la empresa, como no la ha finalizado, por supuesto que no va a hacer entrega porque no estaría cumpliendo (el contrato)”, remarcó la funcionaria en referencia a la firma Peterson, a cargo de los trabajos. “Yo valoro muchísimo que la escuela funcione, que los docentes le busquen la vuelta para que así sea, con un acompañamiento de la supervisora de la Departamental de Escuelas que es constante. Entiendo y acompaño la preocupación que tienen, pero hay una realidad que, incluso, supera al Consejo General de Educación, que tiene que ver con fondos que no están. En ese sentido, todos estamos golpeando puertas y gestionando fondos para atender a todos los problemas que tenemos en infraestructura”, manifestó. Serios problemas Respecto al resto de las instituciones educativas del departamento Gualeguaychú, la directora de la Departamental de Escuelas informó que problemas de la gravedad de la Matheu no existen en otros establecimientos, aunque “hay serios problemas de infraestructura”. “Conexiones eléctricas que no recibieron mantenimiento y hoy se vuelven obsoletas, problemas con tanques de agua, cañerías y filtraciones. Las últimas lluvias dejaron ver el deterioro en la infraestructura escolar y la falta de mantenimiento”, dijo la funcionaria. Quien, por otro lado, valoró positivamente la posibilidad de gestionar fondos para “arreglos menores”. “Se trata de una pequeña partida que el CGE nos habilitó. No es mucho, pero nos permite dar respuesta rápida a arreglos menores. Algunas escuelas ya están arreglando y otras pidiendo presupuestos. Incluso, hemos podido devolver a alguna escuela el dinero que fue aportado por un directivo para un arreglo, cuando no teníamos esta posibilidad”, marcó.
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