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  • El peligro de las deformaciones físicas que existen sólo en la mente

    » Clarin

    Fecha: 26/04/2024 06:12

    Pregunta: Mi nieta de 19 años es hermosa pero ya se operó 2 veces de la nariz porque dice que no le quedó como quería. Y ahora está pensando en ir a otro cirujano. Es inteligente, pero eso parece que no le sirve. Y solo ella ve eso, es como una obsesión. (G. de V., Gualeguaychú) Muchas personas no están a gusto con su cuerpo ya que encuentran defectos en algún aspecto físico que aspiran cambiar. Pero es necesario diferenciar entre tener un problema físico real a tener un trastorno de la imagen corporal. Esta última es la representación del cuerpo que cada uno construye en su mente y concretamente, la manera en que se percibe, imagina, siente y actúa respecto a esa propia imagen. Vale destacar que la imagen corporal y la autoestima constituyen dos de los pilares fundamentales en el desarrollo de la personalidad de una persona. Es frecuente (aunque no inexorable) que los defectos físicos, tanto reales como imaginarios, frecuentemente son sobrevalorados en forma subjetiva, en especial, si se presentan en la cabeza, en la cara o a nivel genital. De esta manera, cicatrices, protuberancias, prognatismo, labio leporino, obesidad, etcétera, se pueden transformar en complejos que en mucho disminuyen la valoración personal. Quien vive mal con su cuerpo y no lo acepta, tiene marcada inseguridad y evita el contacto interpersonal por sentirse objeto de constante observación y eventual rechazo por parte de los demás. Quien vive mal con su cuerpo y no lo acepta tiene inseguridad. Foto ilustración Shutterstock. Más todavía si fue humillado en su infancia o adolescencia por esa característica física con la que está a disgusto, lo cual le va generando micro traumas psicológicos de forma acumulativa. La mirada de los otros A nivel consciente predominan dos grandes temores: ser objeto de un permanente escrutinio por los otros y el temor de quedarse afectivamente solo. Temores que pueden transformarse en una “profecía autocumplida”, ya que su imagen propia y la baja estima lo inducen a no establecer contactos adecuados por temor al rechazo, lo que le dificulta o impide conocer personas, tener amigos y limita sus posibilidades de encontrar pareja. Es frecuente entonces que el portador de una insatisfactoria imagen corporal se aísle y busque ansiosamente pasar inadvertido, actitudes que pueden condicionar un carácter depresivo, recurrir a cirugías innecesarias o bien compensar su supuesto déficit asumiendo una actitud de superioridad con actos agresivos, prepotentes, descalificadores o arrogantes. Quienes tienen una insatisfactoria imagen corporal recurren al cirujano plástico en lugar de ir al psicólogo o psiquiatra. Foto Shutterstock. En estos casos, un riesgo no menor es buscar refugio en el alcohol, las drogas o de endurecerse emocionalmente tomando una actitud de indiferencia frente al mundo que lo rodea, como compensación a su malestar. Así, son frecuentes las consultas a dermatólogos o cirujanos plásticos en lugar de hacerlo con psicólogos o psiquiatras. En este sentido es muy importantes que los mismos especialistas a quienes se le solicita ayuda puedan detectar esa posible distorsión en el paciente para hacer la derivación pertinente. Quien no está conforme con su imagen corporal confía en que, interviniendo quirúrgicamente el rasgo físico que le produce malestar, podrá sentirse mejor. Sin embargo, los estudios advierten que, aunque cese el malestar en un periodo corto de tiempo, a mediano o largo plazo reaparece el descontento encontrando otro “defecto físico”, que a su vez requiere una nueva intervención quirúrgica. E.M. Mirá también Mirá también Por qué fantasear demasiado puede causar enfermedades físicas y emocionales Mirá también Mirá también Psiquiatría nutricional: ¿nuestra salud mental depende de lo que comemos?

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