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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 23/04/2024 18:32
La misa, el lunes 22, en la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, en San Salvador, se celebró para desagraviar lo que había ocurrido en el Sagrario: se lo violentó y se tiraron por el piso las hostias consagradas. No han podido establecer de momento si fue con intención de robar los copones o qué. Como fuere, el administrador parroquial Pablo Siarra se paró el lunes por la noche frente a su feligresía e intentó un llanto que no fue y después se envalentó y cargó contra su propia feligresía que, dijo, no lo respeta. Y si no lo respetan a él, entendió, «no respetan a Cristo». Y para que no queden dudas de que ha está resuelto a actuar contra las «habladurías», dijo que el obispo de Concordia, Gustavo Zurbriggen, ya está al corriente de lo sucedido. “Lo que sucedió en el sagrario es algo menor a lo que está pasando en el fondo, en la comunidad y hasta que no haya respeto y fe, todo es cáscara, por eso sentía una mezcla de dolor, angustia, tristeza y bronca cuando venía entrando y veía que la Iglesia estaba llena”, dijo el sacerdote. “Esto tiene que causar dolor, tristeza, preocupación, no desde el hecho delictivo, porque fue menor. No nos robaron nada material, pero nos tocaron el corazón. Entonces, hay muchas preguntas que uno tiene que empezar a hacerse”, señaló. Esto “me exige rezar cuando ocurre algo en la comunidad. Y me pregunto y les pregunto ¿cómo lo perdimos?”. Y agregó: “A Jesús lo venimos perdiendo hace tiempo y no nos damos cuenta. No tenemos que ser tan hipócritas y decir las cosas como son”. “Se nos perdió Jesús Eucaristía con tantas habladurías hacia el sacerdote, por tantos falsos testimonios y mensajes y audios ofensivos de WhatsApp contra el sacerdote, contra mi persona especialmente. Eso se lo hicieron a Cristo. Y si no nos duele lo otro tampoco nos duele esto”, lanzó. “Aquellos que se creen dueños porque hace más de 30 años están en la comunidad, si no obedecen a Cristo están automáticamente excomulgados. No es una decisión mía, es lo que la Iglesia dice, por lo tanto, solos nos estamos excluyendo”, remarcó. “Aquellos que hacen cosas sin avisar al Administrador Parroquial entran automáticamente en desobediencia”, razón. Y mencionó a modo de ejemplo, a los navegantes, catequistas, los que hacen camino, “no se mandan solos. Y ahí se empieza a perder a Cristo”. “Insisto siempre, el único que desobedece es el demonio. Lo de ayer (el robo en el Sagrario ocurrió el viernes) podemos decir que es satánico, sí. Que es violencia, sí. Pero no hay mucha diferencia en lo que ya se viene viviendo como comunidad. Y hasta que no haya respeto y fe, todo es cáscara, por eso sentía una mezcla de dolor, angustia, tristeza y bronca cuando venía entrando y veía que la Iglesia estaba llena, porque si no me respetan, no respetan a Cristo”, dijo Siarra. Siarra ocupa el lugar de otro sacerdote, que ya fue designado, Aníbal Aguilera, cuñado del exgobernador Sergio Urribarri. “Aún no ha llegado y gente de esta misma comunidad ya lo está criticando. Eso es despreciar a un sacerdote, es despreciar a Cristo. Esto no fue un robo, pero tiene que ser un llamado de atención de cómo estamos viviendo nuestra fe”, puntualizó. “Lo único que tiene el mal espíritu es la división, chusmerio y esas cosas a un sacerdote joven le duelen mucho, porque no entiendo la falta de respeto de los adultos, que se creen con tanto poder, por cosas anormales. En ese sentido dijo que no puede ser que muchas personas tengan la llave de la casa parroquial porque es mi casa y yo fui nombrado el administrador parroquial”, señaló. Con información de Mercurio Noticias y La Semana
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