Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Alejandro Magno: la creación de un dios, la miniserie de Netflix que investiga vida y obra de un aventurero que cambió el mundo

    » Clarin

    Fecha: 23/04/2024 07:01

    A pesar de la campaña memorable que llevó a Alejandro Magno a convertirse en uno de los mitos de la historia más relevantes de todos los tiempos, él solía decir: “En el universo hay mundos innumerables y yo aún, no he conquistado uno solo”. Algo parecido ha sido su paso por el mundo. Desde siempre los arqueólogos e investigadores ha fundado elucubraciones varias sobre su camino, su ciudad, su tumba y los restos de sus pasos, sin lograr conquistar ese éxito. Alejando Magno: la creación de un dios, la docuserie de seis capítulos que puede verse por Netflix, dirigida por Tony Mitchell y con las actuaciones del británico Buck Braithwaite (como Alejandro Magno) y Mido Hamada, ahonda en algunas aristas que provocaron polémica, una discusión que llegó incluso hasta el parlamento egipcio. Además de ciertas inexactitudes históricas, de ambientación, geográficas y de armas, la puesta pone de manifiesto el lado humano de Alejandro y, en particular, su sexualidad, sobre todo su relación con Hefestión. El balance entre la recreación actoral dramática y la participación de especialistas en el estudio de la figura de Magno convierte a la docuserie en una propuesta interesante que atraviesa la historia desde un lado estético con algunas libertades conceptuales, pero también aportando datos significativos de especialistas que hicieron de Alejandro el foco de su estudio. Calliope Limneos-Papakosta es hoy la presidente del Instituto Helénico de Investigación de la Civilización Alejandrina y es casi tan protagonista como el propio Braithwaite en la propuesta de Netflix. Un hallazgo en el último minuto Alejandro Magno fue rey de Macedonia, emperador de Egipto y rey de Persia. Foto: Netflix Callioppe llevaba más de 14 años dedicada casi con exclusividad a dar con restos de Alejandro en Egipto sin suerte. Casi como si supiera que los sucesos iban a dar la letra perfecta al argumento de una miniserie documental, durante la última hora de luz del último día de trabajo, el 4 de mayo de 2009, cuando su equipo estaba iniciando las tareas de recolección de herramientas, una pequeña porción de tierra se deslizó inesperadamente. Sus ayudantes la convocaron, alertándola para que observara un trozo de mármol que había quedado al descubierto. Ella relata ese momento en el filme, pero, además, lo recuerda hasta hoy, más de una década después, con una vividez inusitada. Se acercó entre plegarias silenciosas. Se trataba de una estatua de la época romana que portaba todas las señales distintivas de Alejandro Magno. La especialista, a quien todos llaman “Pepi”, nació en Atenas y tuvo una infancia repleta de cuentos de hadas e historias de la mitología griega que le relataba su madre. La primera vez que le preguntaron qué quería ser de grande siendo ella pequeña respondió sin dudar “arqueóloga”. A los 10 años leyó un libro sobre el gran conquistador que marcaría su vida y se dijo “¡es mi héroe! Y explica: "Es algo que sigo sintiendo ahora que ya llevo muchos años vinculada a su figura como profesional. Estar en Alejandría, caminando por la ciudad que él fundó y donde fue enterrado, era un sueño para mí. La tumba de Alejandro es el santo grial de la arqueología, por lo que creo que es el sueño de todos los especialistas del mundo. Aún hoy me interesa encontrarla, pero soy científica y mis descubrimientos en el Barrio Real de la Alejandría helenística también son muy significativos. Si localizo algo relacionado con su tumba será una bendición, pero no es determinante de mi satisfacción”. La mujer hurgando el mito Aquella aparición de la estatua de mármol en el momento preciso significó la continuidad de las excavaciones. Y allí, tal como se muestra en la docuserie, se ven los jardines de Shallalat, un parque público en el corazón mismo de Alejandría. Calliope Limneos-Papakosta es la presidente del Instituto Helénico de Investigación de la Civilización Alejandrina y protagonista fundamental de la miniserie de Netflix. Cuando su equipo pudo despejar los primeros vestigios, dejó a la luz por primera vez los cimientos originales de la ciudad. Además del hito arqueológico que ha significado la tarea, Papakosta asegura que la figura de Alejandro representa un quiebre histórico en muchos sentidos que la aparición de nuevas ruinas pueden perfilar aún mejor. “Extendió la civilización griega hasta la India -asegura-, construyó ciudades con teatros y ágoras, difundió la lengua griega hasta el fin del mundo conocido en ese momento. Sin ella, el cristianismo no se habría difundido por el mundo. Al fundar Alejandría, como centro cultural y cosmopolita de su dominio, estableció las bases de la civilización occidental. Intentó crear un imperio donde todas las naciones pudieran vivir juntas en paz y prosperidad, pero desafortunadamente murió muy joven. Quizás, si hubiera podido vivir más, el mundo sería mejor hoy". Una década y media luego de aquella estatua que se convirtió en una pieza determinante que ella califica como “un milagro", la arqueóloga ha profundizado las excavaciones más de diez metros en el mismo sitio y ha descubierto más detalles del Barrio Real de la antigua ciudad, lo que incluye monedas antiguas, lámparas de aceite, tejas griegas y el camino central. “Era el sendero principal que atravesaba el sitio de un extremo a otro -aporta-. En conjunto los hallazgos nos están permitiendo delinear con mayor detalle el edificio central". "Alejandro Magno: la creación de un dios" recrea la vida y obra del creador de un imperio. Foto: Netflix Entre tanto, como revela en la docuserie, sigue excavando ante la esperanza de un hallazgo histórico, guiada por un mapa de Alejandría antes de su expansión que data del siglo XIX, y algunos relatos históricos que le ayudan a complementar la información. También utiliza tomografía de resistividad eléctrica (ERT, por sus siglas en inglés), para determinar dónde excavar. Esta herramienta permite pasar corriente eléctrica a través de la tierra para medir la resistencia y detectar objetos superficiales. Gracias a esta tarea y la experiencia acumulada, hoy se encuentran trabajando en 14 anomalías detectadas en el terreno que podrían ser ruinas antiguas a gran profundidad. “Todos estos años atravesé muchos momentos desalentadores -cuenta Papakosta-, pero también soy muy positiva y cuando miraba lo hecho hasta entonces, sabía que no podía rendirme y parar. Me sentía responsable de mi propósito, de mi misma y de las personas que confiaron y creyeron en mí”. Según su experiencia y los análisis realizados, este sitio de excavación donde aún hoy sigue trabajando, sabe que estuvo compuesto por un museo, la biblioteca y la tan ansiadamente buscada tumba de Alejandro, que aún sigue sin ser localizada. Calliope Limneos-Papakosta. La arqueóloga dice que el trabajo para la docuserie de Netflix fue intenso y serio.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por