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  • Geopolítica y oportunidad, las claves de la compra de los F-16 a Dinamarca

    » Mdzol

    Fecha: 17/04/2024 03:02

    En una ceremonia con ribetes cinematográficos, el ministro de Defensa, Luis Petri, firmó con su par danés, Troels Lund Poulsen, el contrato de adquisición de nuevas aeronaves F-16 Fighting Falcon. La Fuerza Aérea Argentina recupera la capacidad de caza e interceptación supersónica que se perdió en 2015 tras la desprogramación del Mirage. En la base aérea Skrydstrup, asiento de los cazas daneses, Petri cortó una peregrinación de 9 años por diferentes proyectos/ofertas desde Mirage F-1M (Francia), KFir Block 60 (Israel) como transición a un caza de 4° generación y las más actuales, MIG-35 (Federación Rusa), HAL Tejas (India) y Thunder JF-17 (China). “Bajo el liderazgo del presidente Javier Milei y con el apoyo de aliados como Dinamarca y Estados Unidos, Argentina adquiere 24 aviones de combate F-16, marcando un hito en su defensa y fortaleciendo su Fuerza Aérea para preservar la soberanía y la libertad”, tuiteó el ministro. A Petri lo acompañaron el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Xavier Isaac, y el de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Fernando Mengo. A futuro la disponibilidad de estos aparatos en conjunción con los 18 caza bombarderos A4-AR Fighting Hawks que están basados en Villa Reynolds San Luis, en un proceso de recuperación de sistemas, configuran el músculo disuasorio ausente por décadas. Aunque son sistemas de armas de una clara distancia tecnológica, la complementación en los diferentes entornos de un conflicto amplía la potencia del arma aérea. Geopolítica y oportunidad, por el impecable estado de las aeronaves, movieron el fiel de la preferencia a los aparatos de la Fuerza Aérea danesa. Dinamarca y Noruega -vendedor de 4 aviones de exploración y vigilancia marítima de fabricación estadounidense, Orión P-3C/N para la Aviación Naval cuyo primer pago liberó Economía-, están entre las prioridades de vinculación estratégica con potencias intermedias que definió la política internacional de Defensa. Petri terminó subiéndose a una de las naves. Foto: X Petri Ambos pertenecen a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), estructura político militar a la que se presentará Argentina que aspira a la categoría de “socio global” (partners across the globe). Mañana, al término de la visita oficial, Petri parte con esa misión en un vuelo de Scandinavian Airlines con destino a Bruselas, asiento del cuartel general de la OTAN. Lo acompaña el secretario de Internacionales, Juan Battaleme. El estado de los F-16 La actualidad operativa de estas aeronaves es indiscutible. Fuentes al tanto de la compra aseguraron que las células (estructuras, fuselaje) están en excelente estado de mantenimiento con un potencial de horas remanente para 20 años de operación. La fuerza aérea danesa los llevó al estándar MLU (Medium Life Upgrade, modernización de media vida). Incluye una cabina al estilo de los F-16 C/D Block 50 con pantallas multifunción en color, computadora de misión modular, actualización de radar APG-66(V)2, sistema de terreno digital, GPS, AIFF, enlace de datos IDM (Improved Data Modem) y sistema de gestión de guerra electrónica, además de provisiones para un pod de reconocimiento y pantalla montada en el casco del piloto. Modificaciones que dan a la Fuerza Aérea una configuración común a los otros usuarios de F-16 A/B de la OTAN en Europa occidental que participan en el programa MLU: Bélgica, Dinamarca, Holanda y Noruega. Un patrón más, en términos de actualización tecnológica, que apoya la meteórica ubicación del país entre los integrantes de la alianza: un miembro fundador de la OTAN, el Reino Unido, no tiene chance para ejercer veto, las aeronaves adquiridas carecen de partes, sistemas o estructuras de origen británico. El cepo a la exportación de material militar que aún se mantiene a 42 años de la finalización del conflicto del Atlántico Sur quedó sin posibilidad de aplicación. La adquisición de aeronaves de combate de países miembro de la alianza atlántica que además son originarios de los Estados Unidos (el gobierno de Biden autorizó la cesión de los aparatos) es reflejo del alineamiento militar que emprendió el gobierno de Javier Milei y con ello la inserción del país en la agenda de compromisos de seguridad globales. El último gesto fue la convocatoria a un Comité de Crisis para analizar y seguir las acciones tras el ataque de Irán a Israel. El mensaje del jefe del Estado Mayor Conjunto El contrato de armamento; otra prueba que muestra la aceptación del alineamiento a ambos lados: se hace con el proveedor, los Estados Unidos, e incluye misiles AIM-9X Sidewinder (corto alcance), AIM-120D AMRAAM (alcance medio) y armamento aire-superficie, entre otros, aunque se sabe que hay más sistemas de armas no liberados a la divulgación pública. El F-16 se ha erigido como uno de los cazas más emblemáticos y operados a nivel global, es el pilar fundamental de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Pilotearlo va más allá de simplemente encender el motor y acelerar. Incorporados los cazas, ahora es el turno de Defensa de proveer recursos para que la fuerza avance en entrenamiento y generación de doctrina que requiere este nuevo sistema de armas polivalente. Asunto clave para que no sea solo un avión para volar sino un verdadero sistema a emplearse en distintos ambientes de la guerra moderna en conjunción con los de las otras dos fuerzas. El entrenamiento de los pilotos La fuerza resolvió con astucia adquirir 8 biplazas y disponer así de unidades que permitan más flexibilidad en la instrucción sin recurrir al extranjero, además de mayor número de pilotos en vuelo. Las primeras camadas de instructores recibirán capacitación en centros que ofrece Dinamarca, Estados Unidos y Portugal, aún no se ha definido cuál de ellos. Al ministro lo acompañaron el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Xavier Isaac, y el de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Fernando Mengo. Foto: X Petri El entrenamiento de pilotos de F-16 se divide en varias etapas clave. Inicia con un mes de instrucción teórica sobre los sistemas y protocolos de emergencia del F-16, seguido de sesiones en simuladores de vuelo. Luego, los alumnos progresan a vuelos reales, empezando con el modelo biplaza y avanzando al monoplaza. La formación continúa perfeccionando habilidades aéreas, tácticas de combate aire-aire y aire-tierra, y, finalmente, culmina su entrenamiento en la unidad asignada que sería la base aérea de Tandil, donde se enfocan en alcanzar la preparación para el combate. Parte de esas maniobras ya están incorporadas como habilidades especiales en los pilotos que las practicaron en el T-6C Texan II+, en los IA-63 Pampa II/III y en A-4AR Fightinghawk.

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